La importancia de los derechos humanos y la participación de las organizaciones no gubernamentales en la prevención del alcohol
Respuestas
Respuesta:
Una sencilla pero exhaustiva guía básica de por qué el TNI considera que los derechos humanos deben ser la base de cualquier debate sobre el control de drogas.
Autores
Ernestien Jensema
Traductores
Beatriz Martínez
Programmes
Drogas y Democracia
Esta guía básica se publicó originalmente en mayo de 2015 y fue actualizada en junio de 2018 por Ernestien Jensema y Katie Sandwell.
¿Por qué el TNI considera que los derechos humanos deben ser una pieza clave del control de drogas?
¿Cómo evolucionó el sistema de derechos humanos de la ONU
¿En qué principios se basa el actual régimen de control de drogas?
¿Qué se hace para integrar los derechos humanos en el régimen de control internacional de drogas?
¿Qué está haciendo la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para promover los derechos humanos en la esfera del control de drogas?
¿Qué dicen los órganos de vigilancia de los derechos humanos sobre las violaciones de derechos humanos cometidas en nombre del control de drogas?
¿Qué papel desempeña la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE)?
¿Qué violaciones de los derechos humanos tienen lugar en nombre del control de drogas?
¿Qué se puede hacer para trabajar en pro de un control de drogas basado en los derechos humanos?
¿Qué deberían hacer los países para integrar los derechos humanos en el ámbito del control de drogas?
¿Qué está haciendo el TNI sobre la cuestión de los derechos humanos y el control de drogas?
1. ¿Por qué el TNI considera que los derechos humanos deben ser una pieza clave del control de drogas?
Desde que se fundó, en la década de 1970, el TNI siempre ha creído en la necesidad de encontrar respuestas globales a problemas globales, ha sido un fuerte defensor del multilateralismo y ha abogado por unas Naciones Unidas que funcionen bien y que sean garante de los derechos humanos universales. En lo que respecta a las drogas, nuestra postura es muy clara: el control de estupefacientes debe respetar los derechos humanos.
Defendemos el derecho de los agricultores atrapados en la economía ilícita a llevar una vida digna.
Somos partidarios de despenalizar el uso, la tenencia para uso personal y los delitos menores de tráfico. Defendemos los enfoques de reducción de daños y abogamos por diferenciar entre sustancias, en función de consideraciones de salud.
También apoyamos el principio de la proporcionalidad; un principio básico que debería ser evidente en todo caso, pero que se perdió con el proceso de intensificación de la guerra contra las drogas: todas las personas implicadas en el mercado ilícito de las drogas —ya sean campesinos, comerciantes o usuarios— están plenamente amparadas por los derechos humanos.
Toda medida de control de drogas que viole sus derechos humanos básicos es ilegítima y el TNI siempre estará en contra de cualquier medida que quebrante el derecho a llevar una vida digna.
Explicación:
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