• Asignatura: Castellano
  • Autor: lucianabust3016
  • hace 5 años

Un león hambriento y fiero estuvo acechando a una manada de toros durante varios días.
Una tarde se asomó entre los ramajes que le servían de escondite, disimuladamente, se dirigió al toro de mayor tamaño.
-¿Podría hablar contigo un momento?
El toro se quedó muy sorprendido al ver un león por allí. Pero como se sentía protegido por la manada le respondió:
-¿Qué quieres?
-Verás, quiero empezar a hacer amigos –dijo el león.
-Ah, ¿pero no tiene amigos? –preguntó el toro.
-Es que todos me temen; creen que soy peligroso. Y he pensando en ti, seguro como eres grande no me tienes miedo.
-Yo no… claro que no… -titubeó el toro.
-Por eso quiero invitarte a una fiesta en mi casa.
-¡Huy!, te lo agradezco, pero no creo que pueda asistir.
No me resulta fácil ausentarme de la manada.
-Nadie se dará cuenta. Anímate. Te espero mañana al atardecer para cenar. Al día siguiente el toro apareció en la casa del león. Lo encontró muy atareado. Vio también una enorme olla con agua. Sin decir nada el toro se marchó. El león le gritó:
-¿Por qué te vas sin darme una explicación?
-No lo hago sin motivo. Pues he advertido que lo que quieres cenar es un toro.


¿cual es la moraleja?

Respuestas

Respuesta dada por: jvelascof
2

Respuesta:

que las apariencias engañan

Respuesta dada por: Elicchi
4
Las intenciones de las personas pueden esconderse detrás de las palabras. De la abundancia del corazón habla la boca.
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