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gracias por los puntos
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No es nuevo hablar en nuestra región de la necesidad de diversificar la industria que tenemos, porque la elevada concentración en el sector de la automoción que ha impulsado un cambio organizativo y estructural de ésta en los últimos veinte años, tiene riesgos para mantener el liderazgo. Dar alternativas no es fácil, porque este sector supone casi el 25% de la industria, el 20% del empleo y el 8% del PIB aragonés. Estamos hablando de un ámbito esencial para la locomotora de nuestro desarrollo, que tiene mayor peso que en la media nacional y que en las regiones limítrofes. Esto es un mérito muy importante que debemos mantener, pues combinar un potente sector industrial equilibrado con los servicios es una situación inmejorable para el progreso y desarrollo de esta comunidad autónoma.
En Aragón se están haciendo esfuerzos por diversificar, poniendo en valor nuestra situación estratégica a través de la plataforma logística en las tres capitales de provincia, ofertando un mayor uso para el ocio de nuestros recursos pirenaicos, ampliando el espectro de las ofertas de servicios que conllevará la Expo 2008, mejorando las infraestructuras. Todas ellas son algunas de las actuaciones, muy importantes como complementos e impulsores, pero no alternativas a nuestra potente actividad industrial. Hay quienes piensan que en este mundo globalizado, de deslocalizaciones constantes, con amplias zonas de libre mercado y grandes diferencias sociales, los servicios vinculados al espacio territorial, logística, cultura y monumentos, comunicación y creatividad, ocio y demás son la garantía frente a la deslocalización. Sin ánimo de polémica, creo que nuestro desarrollo industrial marca los mayores estándares de bienestar en este país y la industria debe seguir siendo el núcleo duro del desarrollo aragonés, si queremos garantizarlo.
Nuestra sociedad no tiene más remedio para seguir siendo puntera en la competencia y mantener el nivel de vida actual que competir aprovechando la formación, cualificación y la organización democrática, porque por los costes salariales, las condiciones de empleo y las limitaciones arancelarias es imposible competir ni con China, ni con los países llamados del BRIC (Brasil, Rusia, India, China). Con países como China, por poner un ejemplo, sin derechos laborales, sin libertad sindical, sin derechos democráticos, con jornadas y jornales de 14 horas y el 30% de nuestro salario medio, es imposible hacerlo. Pero no son sólo las condiciones laborales.
Este y algún otro país no son todavía una economía libre de mercado. Les faltan reformas democráticas y les sobra corrupción, diferencias sociales y territoriales, interferencias del estado en la economía, sectores financieros con riesgos y poca profesionalidad, poca claridad en los derechos de propiedad, proteccionismo puro y duro. Todo ello dentro de un modelo de desarrollo tutelado por el estado que no se resigna a tener una industria de ensamblaje que requiere mano de obra abundante, sino que está planificando y promoviendo actividades con alto valor añadido, así como industrias de alta tecnología. ¿Cómo sino puede entenderse que tenga ya una cuota del 9% de la producción total de la tecnología de la información o que la cuota de la industria de la electrónica dentro de la producción total sea equivalente a la UE-15?
Explicación:
Espero que te ayude :) (pagina de fuente: El Periódico de Aragón)