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Explicación:
La importancia de los hongos
Hay cuatro veces más especies de hongos que de plantas.
María Rosas Alcántara, bióloga especialista en micología. Revista El Ecologista nº 66
Aunque a menudo ignorados, los hongos cumplen un papel vital en nuestros ecosistemas. Además, la biodiversidad de estas especies es enorme, mucho mayor que la de las plantas vasculares. En el artículo se repasan algunas de las principales características de los hongos, que habría que tener en cuenta en cualquier estrategia de conservación.
En el año mundial de la biodiversidad hay que destacar y rescatar del olvido un gran reino de la naturaleza con el que convivimos. Se trata del reino Fungi, compuesto por unas 69.000 especies descritas en el mundo, aunque las estimaciones rozan los 1,5 millones, que se ampliarían hasta los 3 millones si se consideran los hongos asociados a los insectos.
Estas cifras se calculan por un trabajo realizado en las Islas Británicas en el que se concluye que hay unas 4 especies de hongos por cada planta, aunque esto no se cumple en zonas tropicales, donde deberíamos multiplicar esta relación por 8.
En España hay unas 10.000 especies censadas, siendo Andalucía una de las regiones más ricas en especies fúngicas, con unas 3.830 especies descritas [1]. En México, por citar otro ejemplo, hay descritas unas 8.000 especies de hongos, aunque se calcula que puede haber unas 200.000.
Una estrategia de colaboración
Los hongos juegan un papel fundamental en la naturaleza. Se estima que el 80% de las plantas vasculares están asociadas a hongos sin los cuales no resistirían ciertas inclemencias del tiempo, como la sequía o la falta de nutrientes en el suelo, o serían más sensibles al ataque de bacterias o insectos. Un trabajo sobre Sierra Nevada confirma que casi todos géneros vegetales (excepto las crucíferas y leguminosas) están asociados a hongos del género Glomus, Acaulospora, Scutellospora, etc. que les ayudan a soportar las enormes diferencias térmicas y la sequía.
Estas interacciones entre organismos también son vitales para los propios hongos: posiblemente haya hongos que no den frutos si no están asociados a bacterias. Eric Danell, intentando cultivar Chantarellas en Suecia, atisbó la posibilidad de que estas no fructificaran si no estaban infestadas por bacterias del género Pseudomonas [2].
La paleomicología es la ciencia que estudia los fósiles de hongos. Un estudio de Taylor en 1994 sobre el Silúrico, Pérmico y Carbonífero pone de manifiesto que posiblemente la colonización de la tierra firme por las plantas no hubiese sido posible sin la ayuda de los hongos, que se instalaron de forma simbionte en las raíces incipientes de estas plantas primitivas y les ayudaron a obtener el agua y minerales que antes absorbían con más facilidad en los océanos.