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Observatorio de la OIT: El COVID-19 y el mundo del trabajo (tercera edición).
En aras de la simplificación del texto y en consonancia con las prácticas estadísticas, el término “trabajador” se utiliza en el presente documento para referirse
a todas las personas con empleo: empleados, trabajadores independientes con o sin empleados asalariados y trabajadores familiares auxiliares.
Para obtener datos estadísticos completos, véase OIT: Mujeres y hombres en la economía informal: un panorama estadístico (tercera edición, Ginebra, 2018).
La Recomendación sobre la transición de la economía informal a la economía formal, 2015 (núm. 204) y la Recomendación sobre el empleo y el trabajo decente para la paz y la resiliencia, 2017 (núm. 205) serán especialmente pertinentes en ese contexto.
A finales de abril de 2020, el número de infecciones
por COVID-19 había superado los 2,8 millones de casos
en todo el mundo, con un saldo de víctimas mortales
cercano a 195 000, y 210 países y territorios afectados.1
Como resultado de ello, se ha adoptado un número
creciente de iniciativas nacionales o locales para prevenir
la propagación del virus mortal.
En espera del descubrimiento de vacunas y tratamientos,
el distanciamiento físico sigue siendo la única forma de
romper la cadena de transmisión y proteger a grandes
segmentos de la población. Por lo tanto, en la actualidad
se están aplicando medidas de confinamiento total o
parcial en todo el mundo, que afectan a más de 5000
millones de personas. Se estima que estas medidas
tienen un impacto considerable en los 1600 millones de
trabajadores del sector informal, y especialmente en
las mujeres, que son mayoritarias en los sectores más
afectados.2
Muchas mujeres y hombres de la economía informal
necesitan obtener ingresos para alimentarse a sí mismos
y a sus familias, ya que la mayoría de ellos no pueden
depender de las rentas de sustitución ni de los ahorros.
El hecho de no trabajar y quedarse en casa significa
perder sus empleos y sus medios de vida. “Morir de
hambre o por el virus” es el dilema demasiado real al
que se enfrentan muchos trabajadores de la economía
informal. Lamentablemente, estamos hablando de
muchos trabajadores. En 2020, más de 2000 millones de
trabajadores3 se ganan la vida en la economía informal,
lo que representa el 62 por ciento de la fuerza de trabajo
mundial. El empleo informal representa el 90 por ciento
del empleo total en los países de ingresos bajos, el 67
por ciento en los países de ingresos medianos y el 18 por
ciento en los países de ingresos altos.