¿Que materiales ocupan los zapotecos para tejer con la máquina con la que pisan el pedal?
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Oaxaca, Oax., 28 de diciembre de 2015.- Entre las manos de Doña Juana, los hilos van contando el origen del pueblo zapoteca, navegan suave y cuidadosamente de un extremo a otro del telar, llevando en cada trazo voces antiguas plasmadas en grecas.
Durante todo un mes o más van tejiendo la historia en hilos teñidos de la tierra, del campo y de la naturaleza, de la flor seca de cempasúchil, la cascara de nuez y la grana cochinilla.
De las vainas de los árboles, el limón que atenúa el color y las hierbas que recrean los montes.
En cada trazo los pies empujan firmemente el pedal para ir completando el diálogo entre la artesana y el tejido propio de la tierra de los dioses o al pie del monte.
En cada una de las casas de Teotitlán del Valle, municipio ubicado dentro del Distrito de Tlacolula de Matamoros, habita una artesana o artesano heredero del telar del pedal.
Día y noche se mece detenido en el tiempo bajo el tic tac reconocido por los zarapes, bolsos, tapetes, cortinas, alfombras y bolsas elaboradas de lana, Teotitlán del Valle fue fundado en el año de 1465 y se considera el primer pueblo en donde se establecieron los zapotecas, esto según investigaciones de Fray Francisco de Burgoa.
Doña Juana, quien es una de las tejedoras más antiguas, explica que cada uno de los diseños establecidos en los tapetes expresan la riqueza y poderío que antiguamente tuvo esta cultura.
Desde pequeña, ella aprendió a tejer inducida por su madre y su padre, quienes a su vez lo hicieron de sus abuelos.
La mujer se coloca frente al telar y sus ojos se llevan de emoción, y así lo seguirá haciendo hasta que Dios le preste vida, expresa.
“Desde los nueve años tejo lana, me enseñó mi papá. Desde chiquita me gustaba tejer”.
Las creaciones de las y los artesanos van desde monederos, portavasos, caminos de mesa, diademas, bolsas, gabanes y tapetes de más de tres metros. Cada creación es única, desde los colores hasta los motivos que los visten, pues son tejidos desde el corazón.
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