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Proverbios 11:2
El orgullo acarrea deshonra;
la sabiduría está con los humildes.
Una área en el corazón del ser humano tan difícil de evitar y tratar, pero tan necesaria para gozar de una vida espiritual exitosa. Este versículo me llamó la atención porque mientras tengamos una vida con orgullo, poco a poco, sin darnos cuenta (o consientes de ello) encadenamos una serie de acontecimientos que dañan la visión que las otras personas tienen de nosotros. Vivir con un carácter orgulloso no es más que acarrear deshonra, problemas, situaciones que no exaltan nuestra persona. Sin darnos cuentas tenemos problemas con nuestros esposos, amigos, clientes, etc. Pero todo lo contrario pasa cuando buscamos la humildad y nos rendimos a Dios en esta área. El que es humilde es sabio y esa humildad acarrea honor, satisfacción y somos levantados por Dios, como consecuencia de esto tenemos unas mejores relaciones con los demás. Vale la pena esforzarnos por ser humildes, vale la pena ser sabios.
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