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Es probable que nos planteemos metas laborales y personales para el nuevo año porque esta época es un tiempo especial para proponernos desafíos y hacer borrón y cuenta nueva. Por eso mismo, deberíamos aprovechar también de ponernos propósitos familiares, en especial respecto a nuestros hijos.
Para ello, debemos darnos unos minutos para reflexionar (idealmente ambos padres juntos) y fijarnos metas en nuestros roles de padres para este año que recién parte. A pesar de que ser padres es una tarea “espontánea” que se aprende en el camino, es necesario sentarse a conversar sobre la educación que le estamos dando y la que queremos darles a nuestros hijos, para que sientan que sus padres tienen claro lo que es mejor para ellos y que reman en el mismo sentido.
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