Respuestas
Explicación:
“Vestirse de charro es vestirse de México”. Con esta frase del poeta español Manuel Benítez Carrasco, comenzamos este viaje por una de las tradiciones más arraigadas del país del picante. El Día del Charro se celebra cada 14 de septiembre en México, y como homenaje a esta tradición, te invitamos, viajero empedernido, a descubrir el arte de la charrería.
Un caballo, música, y un charro o jinete, y el espectáculo está servido. Declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde el 1 de diciembre de 2016, la charrería congrega a mexicanos de todos los estados en los lienzos charros, semejantes de las plazas de toros. El caballo, hasta la conquista de los españoles, llegó a tierras mexicanas y fue a partir de ese momento, y en concreto más adelante, en 1880 cuando el arte de domesticar y “danzar” con un caballo en un ruedo se profesionalizó.
El resto es historia, y hoy te hacemos viajar al México más auténtico, ese que sólo los locales pueden mostrarte, para que conozcas uno de los artes propios del país. La charrería te está esperando, ¿vienes a descubrirla?
14 de septiembre: Día del Charro. ¿Qué es la charrería y cuál es su origen? ¡Sigue leyendo!
Primero, debemos comenzar con lo que es: charrería es un arte ecuestre en el que a través de diferentes destrezas y habilidades se conforma un espectáculo a lomos de caballos que bien podrían ser unos vaqueros mexicanos. El charro o jinete, cabalga mientras maneja al caballo para que este dance y ejecute las llamadas “suertes charras”, o tipos de movimientos durante el espectáculo de charrería.
Charro mexicano
Sus orígenes están cerca de la Ciudad de México, en concreto en el estado de Hidalgo, en el centro del país. Es en este lugar de interior donde a comienzos del siglo XX, en plena reforma agraria, los terratenientes y hombres del campo, emigran a las grandes ciudades como Guadalajara y México, y fundan asociaciones de charros o jinetes. La Charrería Organizada, como así se les llamaba a estas asociaciones de amantes del arte ecuestre, eran muy parecidas a las que se podían disfrutar en países como Chile o Estados Unidos.
Hoy en día, bien podría decirse que la charrería es todo un deporte nacional, y una de las tradiciones más arraigadas entre jóvenes y mayores. Y es que no sólo de enchiladas, micheladas y tacos vive México.
El charro mexicano: lo que viste, el caballo que monta y mucho más sobre el jinete mexicano
Hay dos cosas que identificarían a cualquier charro a lo lejos: su amplio sombrero y su chaqueta corta decorada. Los jinetes que practican la charrería son casi una eminencia en México, al igual que sus compañeras, las charras, que realizan escaramuzas al igual que los hombres. Montados a caballo y al ritmo de la música y el sentir del caballo, los charros y charras crean una coreografía de pasos que lleva tiempo “domar”.
Sin embargo, no hay charro sin caballo, ni caballo sin charro, y es aquí donde entra este animal en escena. Entre las razas de caballo favoritas para la destreza de la charrería se encuentra el Cuarto de Milla, un caballo de carreras muy ágil y resistente; el caballo árabe, una de las razas con más pedigrí del mundo y más antiguas, que destaca por su belleza e inteligencia. Por supuesto, no podía faltar, la raza de caballo ‘made in Mexico’: la azteca. Esta raza es otra de las favoritas de los charros por su fuerte musculatura.
Por último, toca hablar de las suertes charras, que son los movimientos o exhibiciones que hacen los charros y las charras durante el espectáculo. Los más básicos, imprescindibles conocer cuando se visita un lienzo charro por primera vez son la cala, las colas, el paso de la muerte, las manganas a caballo o la terna en el ruedo. En todos ellos, el jinete tiene que demostrar una gran conexión con su caballo, y conocer los tiempos de su compañero para que la demostración salga perfecta. En definitiva, todo un arte.