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las bacterias simbioticas tienen una relacion mutualista,es decir se benefician ellas,pero tambien benefician a su hospedero,en el caso de los parasitos,estos solo se van a beneficiar del hospedero pero no aportan nada.
Parasitismo y simbiosis son dos palabras simples que ocultan innumerables tipos de relaciones complejas entre diferentes organismos. Se relaciona comúnmente que “parasitismo = malo/negativo/destructivo“ mientras que “simbiosis = buena/positiva/constructiva”, aunque muchas evidencias señalan sin embargo el hecho de que las cosas son bastante más complejas o menos blancas y negras que esto (como ocurre a menudo cuando se tratan los temas de la vida, la muerte y la reproducción). Quizás necesitemos comprobar algunas definiciones para continuar: La Simbiosis , según lo propuesto por Heinrich Antón de Bary en su texto “El fenómeno de la Simbiosis ” (1879), sería simplemente una asociación cercana entre organismos de diferentes especies.
En el extremo de la escala “más amistoso”, más armónico, encontramos el Mutualismo, que como el nombre sugiere es una asociación en la que ambos organismos se benefician mutuamente, o en la que cada una de las especies que interactúan funcionan a la vez de anfitrión y de parásito.
La Foresis es una asociación bastante menos estrecha y una forma especializada de comensalismo en la que un organismo (el foronte) es generalmente más pequeño que el otro y utiliza el organismo más grande como anfitrión para su transporte.
Después tenemos el Comensalismo, una asociación en la que uno, el miembro más pequeño generalmente, se beneficia de la asociación, mientras que para el otro miembro la asociación no resulta ni beneficiosa ni dañina.
El Parasitismo se caracteriza por una serie de definiciones entre las que se incluyen la siguiente: El parasitismo es una relación íntima y obligatoria entre dos organismos heteroespecíficos durante la cual el parásito, generalmente el más pequeño de los dos afiliados, es metabólicamente dependiente del anfitrión. [T.C. Cheng; Parasitología General. Academic Press 1986.]
y la que personalmente me gusta más (y la más apropiada considerando el concepto de anfitrión Phumoxiano): Parásitos son aquellos animales que utilizan a otros animales vivos como su entorno y fuente de alimentos, cediendo al mismo tiempo a sus anfitriones, parcial o totalmente, la tarea de regular sus relaciones con el ambiente externo. [V.A. Dogiel; Parasitología General. Oliver & Boyd 1964.]
Los parásitos y los simbiontes se consideran normalmente como los dos extremos de una interacción entre organismos en la que uno se denomina anfitrión, y el otro, según el grado de lesión que provoque al primero, o el grado de beneficio que le proporcione, pasa a ser denominado parásito o simbionte. Por lo tanto los conceptos de parasitismo y de simbiosis se pueden emplear en el mismo sentido dado que ambos se refieren a un mismo fenómeno general. De hecho, las definiciones clásicas de mutualismo, comensalismo y simbiosis no contienen ningún punto específico de corte que los distingan del parasitismo.
El sistema de parásito-anfitrión-entorno es dinámico, con varios puntos de equilibrio. Esto hace difícil señalar los umbrales entre el beneficio y el daño, y por lo tanto, las definiciones de comensalismo, mutualismo y simbiosis se vuelven inútiles. [A. Araújo y otros; El Parasitismo, la Diversidad Biológica , y la Paleoparasitología ]
Estas relaciones cambiantes han sido una fuerza impulsora para la evolución desde la aparición de las primeras formas de materia orgánica en la tierra. Si seguimos la teoría de la Endosimbiosis Serial de Lyn Margulis vemos que las células eucariotas complejas (células que tienen su material genético dentro de un núcleo) provienen de relaciones endosimbióticas entre varias formas microbianas de vida. De hecho, en muchos casos la teoría afirma que muchas relaciones comenzaron siendo parasitarias, se transformaron en simbióticas y evolucionaron más adelante hacia un organismo único indivisible. La simbiosis ha sido, y continúa siendo, una fuerza de cambio evolutivo - la vida sencillamente la encuentra conveniente.
También encontramos evidencias de que los parásitos han tenido su porción de influencia en materias evolutivas, como los esfuerzos de sus anfitriones por librarse de ellos, por medio de una “escalada armamentística”, lo cual se considera una causa importante de la diversidad biológica.
Los parásitos no son solamente la forma de vida más exitosa sobre la tierra, sino que además han servido de motor para el desarrollo del sexo, de la forma y de los ecosistemas y han dirigido la máquina de la evolución. [Carl Zimmer; Parasite Rex]
Así la simbiosis, el parasitismo y todas aquellas formas de relación entre los organismos que se extienden a lo largo de la línea entre los dos, son las fuerzas impulsoras del cambio evolutivo. Con esto me gustaría extrapolar que el mismo acto de un agente, orgánico o de otro tipo, existen
Parasitismo y simbiosis son dos palabras simples que ocultan innumerables tipos de relaciones complejas entre diferentes organismos. Se relaciona comúnmente que “parasitismo = malo/negativo/destructivo“ mientras que “simbiosis = buena/positiva/constructiva”, aunque muchas evidencias señalan sin embargo el hecho de que las cosas son bastante más complejas o menos blancas y negras que esto (como ocurre a menudo cuando se tratan los temas de la vida, la muerte y la reproducción). Quizás necesitemos comprobar algunas definiciones para continuar: La Simbiosis , según lo propuesto por Heinrich Antón de Bary en su texto “El fenómeno de la Simbiosis ” (1879), sería simplemente una asociación cercana entre organismos de diferentes especies.
En el extremo de la escala “más amistoso”, más armónico, encontramos el Mutualismo, que como el nombre sugiere es una asociación en la que ambos organismos se benefician mutuamente, o en la que cada una de las especies que interactúan funcionan a la vez de anfitrión y de parásito.
La Foresis es una asociación bastante menos estrecha y una forma especializada de comensalismo en la que un organismo (el foronte) es generalmente más pequeño que el otro y utiliza el organismo más grande como anfitrión para su transporte.
Después tenemos el Comensalismo, una asociación en la que uno, el miembro más pequeño generalmente, se beneficia de la asociación, mientras que para el otro miembro la asociación no resulta ni beneficiosa ni dañina.
El Parasitismo se caracteriza por una serie de definiciones entre las que se incluyen la siguiente: El parasitismo es una relación íntima y obligatoria entre dos organismos heteroespecíficos durante la cual el parásito, generalmente el más pequeño de los dos afiliados, es metabólicamente dependiente del anfitrión. [T.C. Cheng; Parasitología General. Academic Press 1986.]
y la que personalmente me gusta más (y la más apropiada considerando el concepto de anfitrión Phumoxiano): Parásitos son aquellos animales que utilizan a otros animales vivos como su entorno y fuente de alimentos, cediendo al mismo tiempo a sus anfitriones, parcial o totalmente, la tarea de regular sus relaciones con el ambiente externo. [V.A. Dogiel; Parasitología General. Oliver & Boyd 1964.]
Los parásitos y los simbiontes se consideran normalmente como los dos extremos de una interacción entre organismos en la que uno se denomina anfitrión, y el otro, según el grado de lesión que provoque al primero, o el grado de beneficio que le proporcione, pasa a ser denominado parásito o simbionte. Por lo tanto los conceptos de parasitismo y de simbiosis se pueden emplear en el mismo sentido dado que ambos se refieren a un mismo fenómeno general. De hecho, las definiciones clásicas de mutualismo, comensalismo y simbiosis no contienen ningún punto específico de corte que los distingan del parasitismo.
El sistema de parásito-anfitrión-entorno es dinámico, con varios puntos de equilibrio. Esto hace difícil señalar los umbrales entre el beneficio y el daño, y por lo tanto, las definiciones de comensalismo, mutualismo y simbiosis se vuelven inútiles. [A. Araújo y otros; El Parasitismo, la Diversidad Biológica , y la Paleoparasitología ]
Estas relaciones cambiantes han sido una fuerza impulsora para la evolución desde la aparición de las primeras formas de materia orgánica en la tierra. Si seguimos la teoría de la Endosimbiosis Serial de Lyn Margulis vemos que las células eucariotas complejas (células que tienen su material genético dentro de un núcleo) provienen de relaciones endosimbióticas entre varias formas microbianas de vida. De hecho, en muchos casos la teoría afirma que muchas relaciones comenzaron siendo parasitarias, se transformaron en simbióticas y evolucionaron más adelante hacia un organismo único indivisible. La simbiosis ha sido, y continúa siendo, una fuerza de cambio evolutivo - la vida sencillamente la encuentra conveniente.
También encontramos evidencias de que los parásitos han tenido su porción de influencia en materias evolutivas, como los esfuerzos de sus anfitriones por librarse de ellos, por medio de una “escalada armamentística”, lo cual se considera una causa importante de la diversidad biológica.
Los parásitos no son solamente la forma de vida más exitosa sobre la tierra, sino que además han servido de motor para el desarrollo del sexo, de la forma y de los ecosistemas y han dirigido la máquina de la evolución. [Carl Zimmer; Parasite Rex]
Así la simbiosis, el parasitismo y todas aquellas formas de relación entre los organismos que se extienden a lo largo de la línea entre los dos, son las fuerzas impulsoras del cambio evolutivo. Con esto me gustaría extrapolar que el mismo acto de un agente, orgánico o de otro tipo, existen
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