Explica el aporte científico de Sara Purca sobre la basura marina y las fracciones de microplásticos, los cuales afectan la red trófica marina en el Perú. También reflexiona sobre cómo este hallazgo contribuye a crear conciencia y luchar contra la contaminación marina a causa de la basura plástica.
Respuestas
Respuesta:
Las bacterias que habitan en los microplásticos son un riesgo para la salud de las personas. Sara Purca, desde su trabajo en Imarpe, busca la manera de mitigar su impacto
Los microplásticos son ubicuos en el medio ambiente, aunque pasen inadvertidos al ojo desnudo. De acuerdo con un reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en 2019, estas partículas -la definición más difundida las ubica por debajo de los 5 mm- han sido detectadas en diversas concentraciones en agua marina, aguas residuales, agua dulce, alimentos, aire y agua potable, tanto embotellada como del caño.
No solo los humanos, entonces, peligran, sino también toda la fauna marina. Y no solo por la ingesta misma de los microplásticos, sino por la diversidad de patógenos que estos acarrean. Apenas el año pasado, un estudio de la Universidad Nacional de Singapur halló un variado conjunto de bacterias patógenas en microplásticos recogidos en playas del país, capaces de afectar arrecifes de coral e infectar heridas abiertas
Explicación:
La Ingeniera e Investigadora Sara Purca se ha dedicado a estudiar el tema de la basura marina, especialmente la presencia de contaminación por microplásticos, en las aguas del litoral peruano, y se ha evidenciado la presencia de estos contaminantes en las vísceras de peces y moluscos. A través de la información sobre sus hallazgos, se espera que la población participe en la concientización sobre la urgente necesidad de hacer un uso responsable de los plásticos para evitar que, por mal manejo, los desechos de este tipo lleguen al mar y el ecosistema sea cada vez más afectado, por el daño que se causa a los organismos marinos y, en consecuencia, al ser humano.
Se denominan microplásticos a partículas plásticas, menores a cinco milímetros, que pueden ser clasificadas como primarias y secundarias. Las primarias son aquellas que se encuentran formando parte de algunos productos, principalmente cosméticos, y las secundarias provienen de la erosión o degradación de materiales plásticos, como bolsas biodegradables.
Al estar presentes los microplásticos en el agua de mares y océanos, los organismos como el zooplancton o fitoplancton, se alimentan de ellos y permanecen en sus sistemas, introduciéndose así en la cadena trófica. En consecuencia, pueden llegar al ser humano y acumularse en su interior, ya que los jugos gástricos no pueden descomponerlos, afectando su salud.