En qué condiciones se encontraban los países latinoamericanos para que se produjera la intervención por parte de Estados Unidos.

Respuestas

Respuesta dada por: giselamariana
12
n sus diversas formas, es uno de los mecanismos del imperialismo, que tiene como objetivos la apropiación de recursos estratégicos, el control territorial, la explotación de la fuerza de trabajo, la expansión del modelo económico neoliberal.

Eso se verifica en todos los casos de intervención militar promovidos por el Pentágono, sea en América Latina, donde los principales focos actualmente son Colombia, Haití y Paraguay, o en otras regiones, como en Oriente Medio.

La estrategia militar del gobierno estadounidense incluye: implementación de bases militares, entrenamientos y presencia de tropas en territorio extranjero, inversiones en tecnologías de monitoreo, espionaje y proyectos de infraestructura. Esta estrategia está basada en diversos pilares, desde la intervención directa hasta campañas de propaganda y difamación, pasando por procesos de las llamadas “guerras de baja intensidad”, que promueven la opresión y estimulan la violencia contra poblaciones de baja renta, urbanas y rurales.

Guerra y negocios


La militarización sirve también para garantizar el lucro de grandes transnacionales. Además de beneficiar a empresas de armamentos, que tuvieron un crecimiento del 60% en sus ventas de 2000 a 2004, la “industria de la guerra” mueve cerca de 100 mil millones de dólares por año en proyectos de infraestructura, asistencia técnica, consultoría, entrenamiento, planificación estratégica, análisis operacional, logística y servicios de seguridad, vigilancia e inteligencia. El proceso de privatización de los servicios militares se ha intensificado en las últimas décadas. Desde 1994, el Departamento de Defensa de EE. UU. ha firmado más de 3.000 contratos con empresas de guerra, que sobrepasan el valor de US$ 300 mil millones.

Estados Unidos mantienen bases militares (725 bases oficiales y otras secretas) en todos los continentes, con excepción de la Antártica. Ese aparato es fundamental para la industria en aquel país, que suministra desde armamentos hasta ropas, comida y los más variados servicios para los soldados. Por ejemplo, con el inicio de la guerra en Irak se encomendaron 273 mil frascos de protector solar de una empresa en Florida llamada Sun Fun Products (Productos Solares Divertidos).

Existen cerca de 500 mil soldados, espías, técnicos, profesores y asesores a servicio del Pentágono y de la CIA trabajando para Estados Unidos en otros países. En abril de 2006, el gobierno estadounidense reforzó la actuación de las tropas de elite del Comando de Operaciones Especiales (cuya sigla en inglés es Socom) en cerca de 20 países en Oriente Medio, África y América Latina. El número de funcionarios de este departamento subió de 40 mil a 53 mil. Desde 2003, el presupuesto del Socom aumentó 60% y debe llegar a US$ 8 mil millones en 2007. Según el periódico The Washington Post, estas misiones incluyen recoger informaciones para la planificación de eventuales acciones militares en países donde no hay guerra o conflicto directo.

Triple Frontera

En América Latina, uno de los principales focos de estas tropas es la Triple Frontera, entre Brasil, Paraguay y Argentina. La estrategia en esta región combina campañas de propaganda sobre una supuesta “amenaza terrorista”, con la presencia de militares estadounidenses, favorecida por el acuerdo militar bilateral de Estados Unidos con Paraguay. Para tratar de implicar a Brasil y Argentina en su estrategia, en julio de 2006, el Congreso de Estados Unidos aprobó una resolución pidiendo que el presidente Bush formase una fuerza de tarea para actuar contra el “terrorismo en el Hemisferio Occidental, especialmente en la Triple Frontera”.

El Congreso propone además que Estados Unidos presione a los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) para que clasifiquen a Hizbollah y Hamas como organizaciones terroristas. La resolución apunta principalmente a que el gobierno brasileño cambie su política externa, que tradicionalmente no acepta el concepto de “organizaciones terroristas”, aunque sí el de “actos terroristas”.

El embajador de Brasil en Estados Unidos, Roberto Abdenur, manifestó “profunda incomodidad” con la resolución y declaró que incluso la “Casa Blanca reconoce que no hay actividades de terrorismo operativo en la región”. El alcalde de la ciudad fronteriza de Foz do Iguaçu, Paulo Ghisi, afirmó “no aceptar más esa discriminación”. El presidente del Centro Cultural Islámico en Foz do Iguaçu, Zaki Moussa, concluye: “Ellos quieren la región, no los árabes. Todo el mundo sabe la importancia geopolítica de la Triple Frontera, inclusive por la concentración del agua dulce”.

El ejemplo de la Triple Frontera muestra la relación de una estrategia militar con el control de recursos estratégicos.
Preguntas similares