Respuestas
Respuesta:
Factores ambientales
Condiciones físicas y emocionales estresantes del huésped (falta de sueño, fatiga, ansiedad y depresión) hacen a una persona más vulnerable a la enfermedad. En condiciones de estrés existe un aumento en la producción de adrenalina acompañado de la alteración de los niveles de las hormonas corticoides. Esta alteración suprime la función de muchos grupos de células defensivas.
Edad: los más jóvenes y los más viejos tienen un mayor riesgo de infección ya que en los niños el sistema inmune está menos desarrollado y en los ancianos ya no es tan eficiente.
Nutrición: una dieta que contenga las cantidades necesarias de proteínas (tejidos sanos y proteínas séricas) y vitaminas (metabolismo eficiente e integridad de la piel) protege de las enfermedades microbianas.
Profesión: existen profesiones que conllevan un alto riesgo de contraer ciertas infecciones. Los dentistas tienen un mayor riesgo de ser infectados con el virus de la hepatitis B que se transmite a través de los aerosoles de la saliva y sangre de sus pacientes.
2.- Especie, raza e individuo
Especie: Las características fisiológicas y anatómicas de una especie puede determinar si un microorganismo puede ser patógeno para esa especie. Por ejemplo, debido a la diferencia en la temperatura corporal muchas enfermedades de mamíferos no afectan a peces o reptiles y viceversa.
Raza: En algunos casos existen factores genéticos que hacen a ciertas razas más susceptibles (o más resistentes) que otras razas a infecciones particulares. Los negros africanos son más resistentes a la malaria ya que les falta el receptor de las células sanguíneas a Plasmodium vivax). Los indios americanos perdieron 2/3 de su población debido a la viruela y tuberculosis ya que su resistencia a estas enfermedades era muy baja al no haber estado expuestos previamente.
Individuo: Algunos individuos tienen más facilidad para tener fiebre o infecciones menos severas que otros (algunas personas tienen muchos más catarros durante el invierno que otras), incluso teniendo aparentemente las mismas condiciones raciales y oportunidades de exposición. Esta resistencia individual se debe probablemente a una combinación de resistencias específicas e inespecíficas heredadas de sus familiares.
3.- Mecanismos de defensa externos
Estos mecanismos inespecíficos son fundamentalmente mecánicos (piel y membranas mucosas) aunque también están involucradas barreras químicas (secreciones químicas).
Piel y membranas mucosas: como ya hemos visto anteriormente la piel (sequedad, bajo pH) y membranas mucosas son una buena barrera efectiva frente a los agentes infecciosos.
Secreciones químicas: lisozima (lágrima), jugo gástrico, ácidez alta de la vagina. La lactoferrina es una proteína que se encuentra en la leche y en la mayoría de las secreciones que bañan a las mucosas humanas así como en los fagocitos. En la sangre se encuentra la transferrina. Estas proteínas son agentes quelantes del hierro disponible en el ambiente limitando por tanto la disponibilidad de este nutriente para los microorganismos invasores.
Microbiota: la microbiota normal juega un papel importante al competir con los patógenos intrusos por un nicho ecológico particular en el cuerpo humano.
4.- Mecanismos de defensa internos
Los componentes de los mecanismos internos de defensa constituyen una enorme barrera contra la infección. Estos mecanismos incluyen mediadores celulares del sistema inmune (células killer y fagocitos), factores solubles y respuestas fisiológicas complejas que llevan a la inflamación y fiebre.
Inflamación: La respuesta inflamatoria es la reacción celular y vascular a la presencia de microorganismos invasores, heridas y objetos irritantes (astillas, espinas...); siendo uno de los mecanismos de defensa más efectivos en animales. Los detalles de la inflamación se pueden resumir en: (i) movilización y atracción de componentes inmunes al sitio de la herida; (ii) poner en marcha los mecanismos para reparar los tejidos dañados, localizar y eliminar las sustancias dañinas; (iii) destruir los microorganismos y bloquear futuras invasiones. Primero existe una vasoconstricción seguida rápidamente de una vasodilatación cuyo efecto es el aumento del flujo sanguíneo en el área afectada, lo cual facilita la llegada de componentes inmunológicos. Este aumento del flujo sanguíneo también causa enrojecimiento y calentamiento. Como resultado de las sustancias vasoactivas, las células endoteliales que rodean a los capilares se contraen y forman agujeros a