Respuestas
Respuesta:
El librecambio es lo contrario del proteccionismo. Así, una política librecambista consiste en permitir el paso de mercancías entre diferentes territorios sin poner trabas aduaneras para que cada país pueda exportar libremente los bienes y servicios que produce y comprar fuera los que necesita.
Explicación:
Respuesta:
Así, una política librecambista consiste en permitir el paso de mercancías entre diferentes territorios sin poner trabas aduaneras para que cada país pueda exportar libremente los bienes y servicios que produce y comprar fuera los que necesita.
Vamos a ver las diferentes opiniones de los economistas a lo largo de la Historia; en general se suele ser partidario del librecambismo pero también hay tendencias a realizar políticas proteccionistas.
Hoy en día el tema está regulado por convenios internacionales, distintos acuerdos de libre comercio y convenios bilaterales entre países y grupos de países.
En la época mercantilista
Aunque siempre, a lo largo de la Historia, ha existido comercio internacional no podemos hablar de un auténtico sistema de comercio internacional hasta después del descubrimiento de América.
Con él llega la Edad Moderna y un sistema económico denominado mercantilismo en el que se considera que la riqueza consiste en tener oro y plata y los recién aparecidos estados modernos (donde el poder es absoluto y autocrático) practican un proteccionismo a ultranza de la economía nacional, poniendo todo tipo de trabas a las compras fuera del país y fomentando, desde el poder, la producción y el producto nacional.
Se busca tener siempre una balanza de pagos con el exterior positiva pero se sabe que el resultado total de todas las balanzas de pagos es siempre cero, lo que es positivo para un país es negativo para otro. Por esto se desarrolla el sistema colonial donde las metrópolis, con poder militar y económico, sacan ventaja respecto de sus colonias.
En los autores clásicos
Desde finales del Siglo XVIII con la revolución industrial aparece el primer capitalismo y los economistas clásicos, comenzando por Adam Smith.
Se hace una crítica al sistema mercantilista: estar obligado constantemente a mantener un superavit comercial supone mantener unos ingresos constantes de oro y plata lo que, a la larga, trae consigo un aumento constante y poco razonable de los precios, es decir, produce una inflación excesiva.
Por otro lado estos autores no ven el comercio internacional como un juego de suma cero (unos se benefician a costa de otros) sino algo en lo que pueden ganar todos, “cada país debía especializarse en la producción y exportación de aquellos productos que producían relativamente más eficiente” de manera que cada territorio se debe especializar en lo que puede producir de manera más eficiente y comprar fuera lo que no puede producir eficientemente (ventaja comparativa).
Explicación: