Respuestas
Respuesta:
Cuenta la leyenda que un grupo de indígenas shuar no conocía el fuego y no podía cocinar sus alimentos. Comían crudos los zapallos, la yuca, las aves y los pescados. Tampoco podían alumbrar sus casas en las noches oscuras.
Cerca de ellos vivía un hombre llamado Taquea acompañado por su mujer. Ellos eran los únicos que poseían el fuego y se negaban a compartirlo. No dejaban que nadie se acercara a su casa, peor aún a la fogata que permanecía encendida durante el día y la noche. Para evitarlo ellos salían a trabajar a la chacra por turnos.
Un día estaba la esposa de Taquea en las labores del campo, cuando encontró un quinde entre las plantas. El quinde estaba con sus alitas empapadas y no podía volar. Con una vocecita muy débil dijo: por favor ayúdame, estoy mojado y tengo frío. La mujer se conmovió y lo tomó entre sus manos; lo llevó hasta su casa y lo puso junto al fuego para que se secara.
Taque se enfureció porque su mujer compartió el fuego. El quinde al secarse huyó y mientras volaba por la comunidad se percató que el fuego era solo de ellos. Al ver la avaricia de la pareja, el quinde regresó en la noche y aprovechando que estaban dormidos entró sigilosamente, se acercó al fogón, encendió su cola y llevó consigo una parte del fuego. Los esposos se dieron cuenta pero no pudieron detenerlo y enfurecidos se culpaban el uno al otro.
El quinde fue de casa en casa y repartió el fuego entre los habitantes de la zona, desde entonces todos cocinan sus alimentos y por la noche encienden fogatas para conversar.
Tradición oral
Esta es una de las leyendas que cuentan los abuelos shuar a las nuevas generaciones. En las comunidades de esta nacionalidad, ubicada en las provincias de Morona Santiago, Pastaza y Zamora Chinchipe, los conocimientos ancestrales son parte de su tradición oral, pues para ellos lo que se enseña con las palabras se graba en el corazón, en el espíritu.
La Dirección de Cultura de la Universidad de Cuenca presentó esta semana el cuento ‘El Regalo del Fuego’ en el marco del programa digital ‘AgendArte’, lanzado a raíz de la emergencia sanitaria bajo el lema ‘Quédate en casa’. ‘AgendArte’ cuenta con salas digitales en las que se encuentran contenidos de poesía, cine, obras musicales y teatrales, entre otras.
El corto ‘El Regalo del Fuego’ animado e ilustrado por Pablo Crespo fue realizado por el Grupo Folklórico de la Universidad de Cuenca y fue subido a la plataforma de Youtube. Con una canción tradicional shuar de fondo, el relato invita a reflexionar acerca de un valor muy importante: el compartir en comunidad y en armonía con la naturaleza para lograr el Sumak Kawsay o Buen Vivir.
Conocimientos
Hilario Chiriap, investigador de la comunidad Shiram Yaa, ubicada en Morona Santiago señala que los conocimientos, leyendas y demás saberes se transmiten a través de conversaciones entre abuelos, padres e hijos, entre las más de 600 comunidades shuar. Así se mantienen las leyes morales, costumbres, creencias que definen su diario vivir.
Un trabajo investigativo de la Universidad de Cuenca asegura que “en los mitos, en los cuentos y relatos están plasmadas las concepciones del universo, (comprensión del mundo natural, sobrenatural) más profundas de una cultura, es decir, los elementos sustanciales de la identidad de un pueblo. Lo que da como consecuencia la organización del mundo social.
La mitología dentro de la cultura shuar es de mucha riqueza y de suma importancia para su vida diaria, pues norman todos los actos de su cotidianidad.
En su plataforma, el Sistema de Información del Patrimonio Cultural Ecuatoriano, SIPCE, resalta la trascendencia de salvaguardar estas manifestaciones ancestrales como parte de la sabiduría y de la ritualidad del pueblo shuar