• Asignatura: Filosofía
  • Autor: LudmiBarnard
  • hace 5 años

resolución del cuento "El viejo" Battler​

Respuestas

Respuesta dada por: cesarinsebastipct5pj
1

Respuesta:

He traducido este interesante cuento de la edición de The Argus Week-End Magazine (Melbourne, sábado 11 de junio de 1938, página 12). Aclaro que el nombre original es The Old Man, que significa simplemente “El viejo” y no “Los ganadores de mañana”, tal como lo bautizaron Borges, Bioy Casares y Silvina Ocampo en su famosa Antología de la literatura fantástica (1940), seguramente con la idea de mejorar el título en castellano. También es menester señalar que los antólogos cambiaron el nombre del protagonista, Battler (el batallador), por el de Knocker (el noqueador). El cuento fue escrito por Horn en 1927 como parte del libro The Old Man and Other Stories.  

En el suplemento mencionado de The Argus hay un epígrafe con la frase “The Downfall of a Cunning Man Who Met a Mysterious Old Stranger”, que bien puede traducirse como “La caída de un hombre astuto que conoció a un extraño y misterioso viejo”, pero que casi con seguridad es un agregado del editor, dado que aparece a modo de copete en su página 12.  

En la traducción opté por el argentinismo “matungos” (incorporado por el Diccionario de la RAE) para definir a caballos de baja calidad deportiva pues creo que va mejor con el espíritu de la palabra inglesa (rags) que se traduciría literalmente como trapos o andrajos.  

LA PERSONALIDAD DEL PROTAGONISTA  

El autor describe con mucha precisión la personalidad de Martin “Battler” Thompson. Se trata de un hombre que vive con frecuentes apurones financieros como muchos carreristas, pero que además es un vivillo, un aprovechado, un pequeño estafador. Su frase “Por cada tonto que muere, nacen diez más” lo resume y no deja duda sobre sus intenciones para con la gente.  

Ahora bien, pese a la astucia y falta de escrúpulos, Battler tiene una cuota de ingenuidad, que el cuentista señala por lo menos en dos ocasiones al decir que se trata de un sujeto de imaginación limitada. En efecto, Battler debió imaginar que el asunto del diario del día siguiente no era gratis, y que podía ser un presente griego de parte del misterioso viejo. Pero la codicia lo perdió.  

Lo paradójico de todo el asunto es que el tonto resultó ser el propio Battler, quien siempre buscaba a otros tontos para estafar.

Preguntas similares