liabajar,
y que si jugábamos no
cumpliríamos el
compromiso de
estudiar. Le propuse
primero terminar el
trabajo, y luego, si
quedaba tiempo,
podíamos jugar.
Una compañera de
la escuela me estaba
haciendo bromas en
el recreo y yo ya le
había dicho que me
dolía la cabeza, pero
ella no dejaba de
molestarme. Fue
tanto mi enojo que le
grité: "¡No me caes
bien!". Me di la vuelta
y la dejé hablando
sola.
Respuestas
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eso bro! así se hace... creo
bueno, gracias por los puntos bro
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