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Qatar es hoy un actor protagonista del escenario internacional. Esto no
es sólo generando los espacios en su capital Doha para reuniones de
mediación, como sucedió entre las partes sudanesas y ahora con Libia, sino también como árbitro diplomático de alto perfil y facilitador de la paz.
El emirato se convirtió en el primer país árabe en reconocer a los
rebeldes libios del Consejo Nacional de Transición y proporcionar
aviones para la zona de exclusión aérea.
El mismo Presidente Obama recibió al Emir Hamad bin Jalifa al Thani en
Washington y no dejó de lado los halagos. Para los Estados Unidos, la
ayuda qatarí fue casi indispensable para formar y dirigir la actual
coalición contra Libia. Asimismo, Obama cree Qatar tiene una gran
influencia en la región, por lo que estuvo discutiendo vías para
"promover la democracia, los Derechos Humanos, fomentar la libertad y la
reforma a lo largo de Oriente Próximo".
Desde 1996, financia el canal de noticias Al Jazeera, difundiendo las
noticias desde una perspectiva árabe a todo el mundo. El canal fue un
gran protagonista en la exposición a nivel mundial del movimiento
revolucionario árabe.
El país que cuenta con 1.7 millones de habitantes, principalmente
extranjeros, cuenta con grandes cantidades de reservas de petróleo y gas
natural. Y al no vislumbrarse, en el corto plazo, una resolución en el
campo político-diplomático, ni tampoco en el plano militar. De allí el
interés de Qatar de permitir la exportación de crudo a las refinerías en
poder de los rebeldes, muy acuciados por la falta de metálico.
El nuevo liderazgo reorientará la política doméstica para reflejar más de cerca las preocupaciones de los ciudadanos cataríes de cara al Mundial de 2022, mientras que reducirá parte de la inversión extranjera que el país lleva haciendo desde 1995.Las inmensas reservas de gas natural de Qatar le garantizan un papel en la seguridad energética de muchos países en el futuro.El gobierno seguirá criticando al régimen interino de Egipto por la represión contra los Hermanos Musulmanes (HHMM) y la detención del derrocado presidente Mohamed Morsi. Esta crítica aumentará el antagonismo actual entre Qatar y Egipto y sus aliados del golfo Arabia Saudí y los Emiratos.El elemento novedoso de Qatar en su política con los países árabes ha sido identificar el ‘Islam político’ como el centro político, parte de un movimiento más amplio que busca un tipo de renacimiento árabe. En esta línea, Qatar seguirá financiando a los HHMM en Siria e intentará convencer a la comunidad internacional de que se trata de una fuerza islámica moderada.Doha permanecerá como un “oasis de islamismo” dentro del Golfo y el mundo árabe, un lugar donde los partidos islamistas se pueden reunir e incidir en el discurso público a través de Al-Yazira, el canal pan-árabe que pertenece a Catar