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La radio y los podcasts son dos medios muy poderosos que parecen similares, pero que tienen grandes diferencias. El desconocimiento de estas diferencias hace que muchas veces no se aproveche totalmente el medio de los podcasts.
Desde que Gutenberg (o los chinos) inventaron la imprenta, el medio siempre le ha dado forma al mensaje. Pasó con la música. A principios del siglo pasado la capacidad de un disco de 7 pulgadas (45 rpm) establecía los límites de la duración de una canción a 4 minutos por cada lado. En la época del streaming eso ha cambiado. Las canciones no tienen restricciones impuestas por el medio, sino por el que escucha. Lo mismo ha pasado con los podcasts y el audio bajo demanda donde ya no hay restricciones de tiempo. En la radio, si produces un programa mañanero sin música, posiblemente en una hora tienes 40 o 45 minutos para hablar y si incluyes música, apenas tienes solo unos pocos minutos. En un pódcast puedes hablar sin límites por supuesto… si el contenido es valioso y engancha al oyente, te escucha por un largo tiempo. De lo contrario, al igual que en la radio te abandona.
En esta época del crecimiento de los podcasts a menudo algunas personas tratan de explicar ¿Qué es un pódcast? diciendo “es como un programa de radio que se descarga”. Nada más lejos de la verdad. Hay muchas más diferencias que simplemente la característica de ser un “audio bajo demanda”. Veamos algunas.
La radio a veces, intenta complacer a una audiencia masiva con una limitación geográfica y de formato. Para lograrlo incluyen una variedad de temas populares como noticias, chismes de celebridades, deportes, el tránsito y el tiempo local. A menudo la radio presenta a un simpático grupo de anfitriones discutiendo temas populares. Por otro lado, los podcasts, no están limitados por un formato y la geografía, son generalmente dirigidos a una audiencia nicho y son temáticos.
Algo que he aprendido informando sobre las tendencias de los podcasts en LATAM y España, es que mientras haya una buena idea que contar, siempre habrá un oyente listo para escucharla. Hay temas en los podcasts que jamás escucharás en la radio como un programa completo. Por ejemplo, un pódcast sobre perros. Definir contenido para un público meta (a veces pequeño, pero comprometido) que tienen el mismo interés, problemas y frustraciones es mucho más fácil y efectivo que hacerlo para un público amplio. Por otro lado, los podcasts son menos locales en contenido. Al igual que la radio usan la voz que divulga, pero el pódcast, por la manera como se consume, logra una mayor emoción y persuasión. Además, su alcance internacional le añade más valor. Las marcas están entendiendo estas diferencias y comienzan a utilizar los podcasts en las estrategias de marketing que valoriza las emociones.
El término “radio” se conoce, en inglés, como “broadcast” es decir difusión a una audiencia amplia. El pódcast, es todo lo contrario, se dirige a una audiencia ultra específica. Aunque también existen podcasts en algunas categorías como ‘el humor’ y ‘el deporte’ que van a una audiencia amplia, la tendencia es a la audiencia ‘nicho’. Inclusive los podcasts de noticias como ‘NotiPod Hoy’ nuestro pódcast diario que resume en 10 minutos o menos las noticias, tendencias, y herramientas del podcasting.
La radio y los podcasts tienen aspectos similares, pero la libertad de restricciones es una de sus principales diferencias. Los podcasts se han convertido en un medio para experimentar diferentes formatos, inclusive los que la radio abandonó o pasó como “contar historias”. Esa es una de las razones por las que los podcasts siguen creciendo en aceptación en todo el mundo.
Explicación:
no se ve toda la hoja, y no si es esto lo que necesitabas pero espero que te sirva