Respuestas
Respuesta:
Ante los grandes desequilibrios y contradicciones que trajo consigo la globalización, ha cobrado fuerza, en diversos países y bajo propuestas disímbolas, la necesidad de contar con un nuevo contrato social. Las señales de alarma frente a la frágil sostenibilidad de un modelo neoliberal que se olvidó del bienestar, crecieron y se reprodujeron con caótica rapidez. Generaron temor y desconfianza, sobre todo entre los jóvenes, y se consolidó un partido sin estatuto, pero con gran fuerza social: el partido de los inconformes. En él se cohesionaron todas y todos aquellos que se sintieron víctimas de la desigualdad. Razones no les faltaron.
La democracia, suele decir Felipe González (el presidente del gobierno español que más tiempo dirigió a su país después de la dictadura), no garantiza el buen gobierno. Lo que garantiza es que la ciudadanía pueda echar —por la vía pacífica— al gobierno que no le guste. Si no me das respuestas no me representas, adiós. La exigencia no es pues solamente la alternancia. La expectativa es que haya políticas diferenciadas. Comparar y contrastar para lo que viene: la siguiente elección.
Explicación: