El último rostro
Las páginas que van a leerse pertenecen a un legajo de manuscritos vendidos
en la subasta de un librero de Londres pocos años después de terminada la
segunda guerra mundial. Formaron parte estos escritos de los bienes de la
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familia Nimbourg-Napierski, el último de cuyos miembros murió en Mers-el Kebir
combatiendo como oficial de la Francia libre. Los Nimbourg-Napierski llegaron a
Inglaterra meses antes de la caída de Francia y llevaron consigo algunos de los
más preciados recuerdos de la familia: un sable con mango adornado de rubíes
y zafiros, obsequio del mariscal José Poniatowski al coronel de lanceros
Miecislaw Napierski, en recuerdo de su heroica conducta en la batalla de
Friedland; una serie de bocetos y dibujos de Delacroix comprados al artista por
el príncipe de Nimbourg-Boulac, la colección de monedas antiguas del abuelo
Nimbourg-Napierski, muerto en Londres pocos días después de emigrar y los
manuscritos del diario del coronel Napierski, ya mencionados.
Por un azar llegaron a nuestras manos los papeles del coronel Napierski y al
hojearlos en busca de ciertos detalles sobre la batalla de Bailén, que allí se
narra, nuestra vista cayó sobre una palabra y una fecha: Santa Marta, diciembre
de 1830. Iniciada su lectura, el interés sobre la derrota de Bailén se esfumó bien
pronto a medida que nos internábamos en los apretados renglones de letra
amplia y clara del coronel de coraceros. Los folios no estaban ordenados y hubo
que buscar entre los ocho tomos de legajos aquellos que, por el color de la tinta
y ciertos nombres y fechas, indicaban pertenecer a una misma época.
Miecislaw Napierski había viajado a Colombia para ofrecer sus servicios en los
ejércitos libertadores. Su esposa, la condesa Adéhaume de Nimbourg-Boulac,
había muerto al nacer su segundo hijo y el coronel, como buen polonés, buscó
en América tierras en donde la libertad y el sacrificio alentaran sus sueños de
aventura truncados con la caída del Imperio. Dejó sus dos hijos al cuidado de la
familia de su esposa y embarcó para Cartagena de Indias. En Cuba, en donde
tocó la fragata en que viajaba, fue detenido por una oscura delación y encerrado
en el fuerte de Santiago. Allí padeció varios años de prisión hasta cuando logró
evadirse y escapar a Jamaica. En Kingston embarcó en la fragata inglesa
“Shanon” que se dirigía a Cartagena. […]
Álvaro Mutis
. Completa la siguiente tabla. Para ello, enuncia los elementos reales y los
elementos ficticios presentes en la historia que narra Mutis en el texto anterior.
Realidad Ficción
Respuestas
Respuesta dada por:
1
Respuesta:
grasias brooooo por los puntos
Respuesta dada por:
1
pues no estoy peleando contigo
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