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La Revolución francesa fue un conflicto social y político,1234 que trajo consigo cambios importantes en las concepciones teóricas respecto de un mejor sistema de gobierno,5 y que con avances y retrocesos, con marchas y contramarchas, provocó en el corto, mediano, y largo plazo, una serie de transformaciones trascendentes tanto en Francia como a nivel europeo y como a nivel del mundo todo.
Respuesta: Corona por favor :-(
Revolución Francesa.
El fin del Antiguo Régimen en Francia está marcado por la Revolución Francesa, implica también el fin del mundo Moderno para dar lugar al mundo Contemporáneo. Por otra parte significa además el fin de la Monarquía Absoluta, por regímenes con más representación y no la sola presencia del rey. La revolución Francesa se inscribe dentro del agitado proceso político del siglo XVIII, pero es el hecho más destacado por la incidencia que tuvo en la Europa del siglo XIX y por la radicalidad de sus medidas.
LAS CAUSAS; Francia antes de la revolución desde el punto de vista social estaba signada por los estamentos, por ende una sociedad basada en los privilegios, dónde la aristocracia y el alto clero recibían los impuestos que recaían sobre los sectores “no privilegiados”, esto es: campesinos, obreros, artesanos y la burguesía: el Tercer Estado. Los índices demográficos evidencian la desigualdad en el reparto de la riqueza en una sociedad esencialmente rural, los campesinos constituían el 75% del total de la población, los sectores privilegiados tan sólo constituían el 5 % de la población francesa. Otro elemento que debe ser tenido en cuenta para la caracterización de la sociedad es que existen sectores heterogéneos, el ejemplo más claro es el clero, el bajo clero tenía una forma de vida mucho más cercana al nivel de vida de los campesinos que a los miembros del alto clero. La economía hacia la revolución presentaba claros índices de decadencia, una economía reglamentada- típicamente mercantilista, con gran peso del Estado- . Hacia 1787 la economía francesa entra en un período de crisis muy grave que se debe en gran parte a la ayuda prestada a las colonias inglesas en su período de independencia. A la cabeza de los asuntos económicos se encontraba Calonne, que veía como solución la obtención de préstamos, vale decir que no es Calonne el que comienza con este tipo de “soluciones”. El problema era que Francia ya no podía afrontar este tipo de medidas, el tesoro real no tenía presupuesto provisional de tipo moderno porque la práctica de ‘ recibos al contado’ permitía al rey vaciar sus cajas en función de sus necesidades .El problema no era de fácil solución, Francia estaba saturada de impuestos. Calonne ve en la tierra y un impuesto sobre la propiedad una posible solución a la crisis, la “subvención territorial” suponía un impuesto en proporción a la cantidad de tierra que se poseyera, planteado en estos términos la medida no presenta mayores problemas, la cuestión central de este tema es la universalidad de esta medida, esto era que la aristocracia y el clero también debería pagar este impuesto. El 22 de febrero de 1787, se forma una asamblea compuesta por los sectores aristocráticos de la sociedad francesa, que exige a Calonne la presentación de las cuentas del Estado, aunque la razón de fondo era la “subvención territorial”. La Iglesia insistía además que en sus bienes no podía ser gravados con impuestos por el estado, y su periódica libre donación al rey, aunque sustancial, era inferior a lo que podría obtenerse mediante un impuesto directo sobre las tierras de la Iglesia
DE LOS ESTADOS GENERALES A LA CONSTITUYENTE: La presión se hacía sentir y Luis XVI decide sustituir a Calonne por el arzobispo Lomenie de Brienne, miembro del clero pero influido por las Nuevas Ideas, prueba de esto es su medida sobre la libertad civil de los protestantes. Volviendo al aspecto económico la idea de la “subvención económica” continuaba y se le sumaba un derecho de timbre. La oposición nuevamente sería fuerte, la idea de convocar Estados Generales era algo que ya se venia manejando antes de la llegada de Lomenie de Brienne. Si bien la idea no era una convocatoria tan temprana de los Estados Generales la fuerza de las circunstancias precipitaron los hechos. Además el clero no era un fiel aliado de Brienne, éste recibe la desaprobación del clero por afectar los intereses directos en lo económico y además la medida de otorgar la libertad civil de los protestantes no fue bien acogida. Finalmente Brienne marca que se formarían los estados Generales para mayo del año siguiente es decir 1789. Poco después caería Lomenie de Brienne, cuyo lugar va a ser ocupado por Necker, quien tenía el apoyo de los sectores económicos del reino.