Respuestas
En la naturaleza, todo funciona según leyes preestablecidas. Lo mismo ocurre en la esfera espiritual: Dios actúa de acuerdo con leyes. A menudo nos desanimamos y creemos que orar es inútil cuando nuestras oraciones no son contestadas. En cualquier caso, la razón estriba en que no hemos cumplido con ciertas leyes de Dios, condición indispensable para que nuestras oraciones sean efectivas.
1. La ley de un corazón puro“Acerquémonos ... purificados los corazones de mala conciencia...”(HEBREOS 10:22). La primera condición es que mi corazón debe ser puro. “Si en mi corazón hubiese yo mirado á la iniquidad, El Señor no me oyera” (SALMO 66:18). ¡Vaya declaración!
En ISAIAS 1:15, Dios dice: “Yo esconderé de vosotros mis ojos ..., yo no oiré.”El pecado en tu corazón cierra el oído de Dios y corta toda comunicación con Él. Es inútil orar cuando llevo algún pecado en mi conciencia que aún no he reconocido. Así que si hay algo en mi vida que yo sepa es contrario a la voluntad de Dios de nada va a servirme ponerme de rodillas.
Dios dijo a Josué: "¡Levántate! ... Israel ha pecado ... Por esto ... Israel no podrán estar delante de sus enemigos ... ni seré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros" (JOSUE 7: 10-12).
El Señor dijo a Josué que parasen de orar. ¿Por qué? Pues porque Él no quiere comunicarse con un alma que continúa en pecado. Arrepentimiento y limpieza del mismo son esenciales para una amistad con Dios.