Respuestas
Respuesta:
Cuando las partes admiten la necesidad de negociar, se genera un cambio
central en la política exterior convencional de Ecuador y Perú. Ecuador reconoce
la vigencia del Protocolo de Río de Janeiro y el Perú, la posibilidad de interpretaciones diferentes de ese instrumento. Además, Ecuador y Perú reconocen, tácitamente, la posibilidad de recurrir a los garantes en calidad de árbitros. En la segunda etapa, los dos países desarrollan posiciones que reiteran su clásica y contradictoria política exterior, pero someten sus posturas al juicio de los garantes.
Esto abre la tercera fase que consiste en la ejecución de la posición política de los
garantes y la interacción con las sociedades domésticas para construir las condiciones de admisión del resultado.
Si bien Ecuador y Perú desarrollan el proceso de negociaciones alrededor de
una estructura de decisiones concentrada en los gobiernos civiles y sus cuerpos
diplomáticos, el uso de la fuerza siempre estuvo presente como una opción de políti~a exterior. De hecho, la fase final de las negociaciones se desarrolló en medio
de un sordo ejercicio de violencia, nuevamente en la zona fronteriza, que no necesariamente puso en riesgo el proceso anterior, sino que probablemente aceleró
sus resultados, consolidó y confirmó lo actuado, pues la potencialidad de la violencia construyó un escenario no deseable, sobre todo para el Ecuador, que facilitó el consenso en la sociedad política doméstica.
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