elige un poema de cada autor y elabora una pequeña antología. Tenga en
cuenta, a la hora de elegir el poema, que te guste, que sea sencillo y fácil de entender para que lo puedas recitar.
Respuestas
Respuesta:
Haré una poesía sobre absolutamente nada
Guillermo de Poitiers (Aquitano, 1071-1126)
Haré una poesía sobre absolutamente nada:
no se tratará de ti ni de ninguna otra gente;
no tratará de amor ni de juventud,
ni de ninguna otra cosa,
habrá sido compuesta mientras dormía,
sobre un caballo.
(…)
Ya he hecho la poesía no sé de qué;
la enviaré ahora a aquel
que por medio de otro me la transmitirá
al Petitieu,
para que mi dama me envíe la contrallave
de su estuche.
* * * * *
Tú me has llenado de dolor la mente
Guido Cavalcanti (Florentino, 1250-1300)
Tú me has llenado de dolor la mente,
tanto que el alma se esfuerza por partir
y los suspiros del corazón doliente
muestran a los ojos que no puedo más.
Amor, que tu gran valor siente,
dice; “Lamento que debas morir
por esta cruel dama que no parece
oír que habla la piedad por ti”.
Voy como el que está afuera de la vida,
que a la vista parece un hombre
tallado en piedra, bronce o madera,
mas camina sólo por costumbre
y en el corazón lleva la herida
que es señal de muerte verdadera.
* * * * *
Relámpago en reposo
Octavio Paz (Mexicano, 1914-1998)
Tendida,
piedra hecha de mediodía,
ojos entrecerrados donde el blanco azulea,
entornada sonrisa.
Te incorporas a medias y sacudes tu melena de león.
Luego te tiendes,
delgada estría de lava en la roca,
rayo dormido.
Mientras duermes te acaricio y te pulo
hacha esbelta,
flecha con que incendio la noche.
El mar combate allá lejos con espadas y plumas.
* * * * *
Soneto
Elizabeth B. Browning (Inglesa, 1806-1861)
Si amarme quieres, sólo amor te mueva.
No digas: la he de amar porque me agrada
su celestial sonrisa, su mirada,
su voz, su pensamiento, que se eleva
como el mío, y al alma mía lleva
grata emoción. Que, la emoción pasada,
pudiera ser por ti menospreciada;
tal amor no triunfara en toda prueba.
Ni nazca tu cariño del encanto
que hallas tal vez al enjugar mi llanto:
quizá por ti olvidara mi dolor,
y me olvidaras tú, feliz al verme.
Amame por amor; así quererme
podrás en una eternidad de amor.
* * * * *
La piedad del amor
W. B. Yeats (Irlandés, 1865-1939)
Una piedad indecible
se esconde en el corazón del amor;
quienes compran y venden,
las nubes en sus altos viajes,
los vientos fríos y húmedos que soplan siempre
y el bosque fantasmal de los avellanos
donde corren aguas grises
amenazan esa cabeza que amo.
* * * * *
El canto de amor
Guillaume Apollinaire (Francés, 1880-1918)
He aquí de qué está hecho el canto sinfónico del amor
Está el canto del amor de antes
El ruido de los besos enloquecidos de los amantes
ilustres
Los gritos de amor de las mortales violadas por los
dioses
Las virilidades de los héroes fabulosos levantadas
como cañones antiaéreos
El precioso alarido de Jasón
El canto mortal del cisne
Y el himno victorioso que los primeros rayos de sol
hicieron cantar a Simón el inmóvil
Está el grito de las sabinas en el momento en que eran
raptadas
Están también los gritos de amor de los felinos en las
junglas
El rumor sordo de la savia que trepa por dentro de las
plantas tropicales
El trueno de las artillerías que hacen realidad el terrible
amor de los pueblos
Las olas del mar donde nacen la vida y la belleza
Ahí está el canto de todo el amor del mundo
ya tu eliges cual te guste