Respuestas
Respuesta:
Según mi modo de sentir el fuego
soy del amor: sencillamente ardiendo.
Según mi modo de sufrir el mundo,
soy del Perú, sencillamente siendo.
Tierra de Sol, marcada al negro vivo,
llorando sangre por los poros, sombra
a media luz del bien, a media noche
del día por venir. Yo estoy contigo.
Golpe, furia, Perú: ¡Todo es lo mismo!
Saber, a ciencia incierta, lo que somos,
buscando, a media luz, otro destino,
con todo el cielo encima de los hombros.
Por eso quiero alzarte, recibirte
con los besos abiertos,
junto a la luz,
ardiendo de alegría.
Explicación:
UwU
Luego de proclamar la independencia nacional del Perú, el general José de San Martín convocó a un concurso público para elegir la Marcha Nacional del Perú para las tropas peruanas, convocatoria que fue publicada el 7 de agosto de 1821, en la Gaceta del Gobierno. En el anuncio se convocaba a todos los profesores de bellas letras, a los compositores y aficionados en general, para que dirigieran sus producciones firmadas al Ministerio de Estado antes del 18 de septiembre, día en el cual una comisión designaría cuál de ellas sería adoptada como la Marcha Nacional. El autor de la composición elegida, sería retribuido por el público y el gobierno con la gratitud nacional.
Fueron siete las composiciones que entraron en el concurso:
La del músico mayor del batallón «Numancia»,
la del maestro Alcedo,
la del maestro Huapaya,
la del maestro Tena,
la del maestro Filomeno,
la del padre Aguilar, maestro de capilla de los Agustinianos, y
otra más del maestro Alcedo, a la sazón hermano terciario del Convento de Santo Domingo.
Dicho certamen se realizó con toda probabilidad en el salón de Miguel José de Riglos, donde se realizaron las pruebas por medio auditivo, utilizándose para tal fin en el clave (no clavicordio) de este amigo íntimo y colaborador de San Martín. Este último, al no encontrar entre las siete obras escuchadas una marcha de su gusto, resolvió adoptar, provisoriamente y de facto, la presentada en último término por el compositor afroperuano José Bernardo Alcedo, cuya belleza melódica e impulso dinámico probablemente ya conocidos por San Martín en alguna audición extraoficial recibieron sin duda un calor expositivo convincente a través de la segunda audición, animada por el proverbial fervor patriótico del autor.
Adoptada la marcha, procedió Alcedo a su orquestación y ensayo por la orquesta del Teatro, la cual pudo así estrenarla oficialmente en la noche del 23 de septiembre de 1821, en el Teatro Segura, en una función a la que asistieron San Martín y los próceres de la independencia que en esa fecha se encontraban en la capital. La bella voz de la soprano Rosa Merino fue la primera en entonar esta canción nacional. El auditorio, al escuchar la música y letra del Himno Nacional, respondió poniéndose de pie sugestionados por Alcedo, que dirigía la orquesta.
Las estrofas originales fueron compuestas por el poeta iqueño y sanmarquino de la Facultad de Artes, José de la Torre Ugarte. Las estrofas del himno son un claro testimonio del fervor patriota del poeta y de los ideales emancipatorios de los peruanos. Esto muestra un compromiso de los peruanos por la independencia.
Alrededor de 1840 y de manera espontánea, a la letra original se le sumó una estrofa de autor anónimo:1