Respuestas
Hay ocasiones en las que me siento casi esclavizada a mis quehaceres tanto en el plano laboral, como a las obligaciones a nivel del hogar. Entonces suelo pensar que, en la práctica carezco de libertad, y que nunca tengo el tiempo para desarrollar otros aspectos de mi vida que me traerían nuevas satisfacciones. Sin embargo, soy yo la que libremente he asumido las responsabilidades que por momentos me agobian, y entonces siento alivio al constatar que son una manifestación del ejercicio de mi libertad. Más bien creo que hay otros aspectos que pueden limitar mi libertad, como son, entre otros, ciertos condicionamientos sociales, como la moda, los requerimientos de mantener buena imagen, aspectos a los que en nuestro medio se les da un valor importante. Pero hay otras limitantes a la libertad, que pueden ser coyunturales o relacionadas con las condiciones del país, son el miedo y la inseguridad: miedo a salir por la noche, miedo a ser estafados. Estos temores pueden ser paralizantes y limitan las actividades.