Respuestas
Te dejo 10 por si las moscas:
Reuniones con los jugadores. Periódicamente es saludable realizar reuniones breves entre jugadores y cuerpo técnico para hablar sobre los objetivos conseguidos y los futuros. Dentro de estos objetivos no solo están los deportivos sino los educacionales como la higiene deportiva o el comportamiento. Deberemos dedicar unos minutos en estas reuniones para recordar a los jugadores los valores deportivos positivos.
Reuniones con los padres. Muchas veces, no se convoca a los padres para reuniones periódicas en las que además de hablarles de la evolución de sus hijos se deberán de recordar las normas de buen comportamiento como público.
Manejo de situaciones reales. Podemos tomar el rol de árbitro dentro del entrenamiento y sancionar acciones injustas para que los jugadores aprendan a dominar estas situaciones de reacciones adversas y comprender que el árbitro también se puede equivocar.
Compromiso del entrenador. No sirve de nada decirles unas palabras a los niños para que se porten bien si después durante un partido el primero en increpar el árbitro es el propio entrenador. Los niños hacen lo que ven.
Firma de acuerdos de régimen interno. Es conveniente tener unas bases en nuestra equipo o escuela deportiva en la cual queden reflejadas ciertas normas de comportamiento. El mero hecho de hacerles firmar a los padres e incluso a los propios jugadores les creará un sentimiento de estar infrigiendo la «ley». Sin ley no hay orden.
Reducir las probabilidades. Lo que no podemos hacer como entrenadores es fomentar los actos violentos o agresivos. Es decir, si sabemos que dos jugadores están enfrentados por algún tipo de rivalidad externa no los colocaremos en la pista al mismo tiempo. Si el padre de un jugador está increpando al árbitro desde la grada, ¿qué crees que hará el hijo? Hay que tener cuidado con estas situaciones ya que depende de la personalidad del jugador, hablaremos en todos los casos con él y con el padre para explicarles la situación. Hay jugadores capaces de soportar esta presión paternal en el juego pero no quita que pueda sentirse avergonzado. Si vemos que el jugador se está activando por la actitud de su padre deberemos sacarlos del campo. Quizás el padre termine por darse cuenta de que le está haciendo peor a su hijo. Lo más probable es que el padre increpe después al entrenador, hay que estar preparados.
Favorecer el comportamiento. Animar a los jugadores a darle la mano al contrario, a tirar la pelota fuera si hay un lesionado, saludar al público o disculparse por alguna acción de un golpe fortuito.
Fomentar la colaboración interpersonal. Practicando juegos de colaboración en las sesiones de entrenamiento.
Sensibilizar y condenar. Hablar de ejemplos de violencia en el deporte y sus repercusiones negativas y condenar siempre cualquier acto que los niños hayan podido ver por la televisión.
Servir de transferencia para el resto de la vida. El deporte tiene que servir para incultar valores para el resto de la vida.
Espero te sirva ;)