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Respuesta:
una rutina equilibrada.
Condición física aeróbica
La actividad aeróbica, también conocida como actividad cardiovascular o de resistencia, es la piedra angular de la mayoría de los programas de entrenamiento físico. La actividad aeróbica o el ejercicio aceleran y profundizan la respiración, lo que maximiza la cantidad de oxígeno en la sangre. El corazón late más rápido; esto aumenta el flujo sanguíneo a los músculos y de vuelta a los pulmones.
Cuanto mejor sea tu condición aeróbica, con más eficiencia tu corazón, tus pulmones y tus vasos sanguíneos transportarán oxígeno por todo tu cuerpo, y más fácil será realizar tareas físicas de rutina y enfrentarse a desafíos inesperados, como correr hasta el auto bajo una lluvia torrencial.
La actividad aeróbica incluye cualquier actividad física que utilice grupos de músculos grandes y que aumente tu frecuencia cardíaca. Prueba a caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar, bailar, hacer ejercicios aeróbicos acuáticos, incluso rastrillar hojas, palear la nieve y pasar la aspiradora.
Para la mayoría de los adultos sanos, el Department of Health and Human Services (Departamento de Salud y Servicios Humanos) recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa a la semana, o una combinación de actividad moderada y vigorosa. Las pautas sugieren distribuir este ejercicio durante el transcurso de una semana. Incluso puedes dividir la actividad en períodos más cortos de ejercicio y tratar de moverte más durante el día. Cualquier cantidad de actividad es mejor que ninguna.
También puedes probar el entrenamiento a intervalos de alta intensidad, que consiste en alternar períodos cortos de actividad intensa (alrededor de 30 segundos) con períodos de recuperación posteriores (alrededor de tres o cuatro minutos) de actividad más ligera. Por ejemplo, puedes alternar períodos de caminata vigorosa con períodos de caminata pausada, o incluir ráfagas de trote en las caminatas vigorosas.
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