• Asignatura: Historia
  • Autor: guulle168r
  • hace 5 años

10 sustantivos dela historia de la historia de dos cachorros y de coati y dos cachorros de hombre​


Anónimo: Yo sip xd
Anónimo: David me gana es mas experto q yo xd
Anónimo: jajajqajaja
Anónimo: Jajajjja ese andres
Anónimo: Q cague me distes jajaj
Anónimo: Estuvo buenisima
Anónimo: Lo q dijisyes jajja
Anónimo: Jajajjajajja sip es q veras me preguntaron si yo he hecho el amor y eso q es una mujer veras xd
Anónimo: Y me quede pensando asi
Anónimo: Jajajaja q buenas bromas te salen deberias trabajar en un circo jaka

Respuestas

Respuesta dada por: Anónimo
2

Respuesta:Horacio Quiroga

(1879-1937)

Historia de dos cachorros de coatí

y de dos cachorros de hombre

(Cuentos de la selva, 1918)

        Había una vez un coatí que tenía tres hijos. Vivían en el monte comiendo frutas, raíces y huevos de pajaritos. Cuando estaban arriba de los árboles y sentían un gran ruido, se tiraban al suela de cabeza y salían corriendo con la cola levantada.

        Una vez que los coaticitos fueron un poco grandes, su madre los reunió un día arriba de un naranjo y les habló así:

        —Coaticitos: ustedes son bastante grandes para buscarse la comida solos. Deben aprenderlo, porque cuando sean viejos andarán siempre solos, como todos los coatís. El mayor de ustedes, que es muy amigo de cazar cascarudos, puede encontrarlos entre los palos podridos, porque allí hay muchos cascarudos y cucarachas. El segundo, que es gran comedor de frutas, puede encontrarlas en este naranjal; hasta diciembre habrá naranjas. El tercero, que no quiere comer sino huevos de pájaros, puede ir a todas partes, porque en todas partes hay nidos de pájaros. Pero que no vaya nunca a buscar nidos al campo, porque es peligroso.

        "Coaticitos hay una sola cosa a la cual deben tener gran miedo. Son los perros. Yo peleé una vez con ellos, y sé lo que les digo; por eso tengo un diente roto. Detrás de los perros vienen siempre los hombres con un gran ruido, que mata. Cuando oigan cerca este ruido, tírense de cabeza al suelo, por alto que sea el árbol. Si no lo hacen así, los matarán con seguridad de un tiro".

        Así habló la madre. Todos se bajaron entonces y se separaron, caminando de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, como si hubieran perdido algo, porque así caminan los coatís.

        El mayor, que quería comer cascarudos, buscó entre los palos podridos y las hojas de los yuyos, y encontró tantos, que comió hasta quedarse dormido. El segundo, que prefería las frutas a cualquier cosa, comió cuantas naranjas quiso, porque aquel naranjal estaba dentro del monte, como pasa en el Paraguay y Misiones, y ningún hombre vino a incomodarlo. El tercero, que era loco por los huevos de pájaros, tuvo que andar todo el día para encontrar únicamente dos nidos; uno de tucán, que tenía tres huevos, y uno de tórtolas, que tenia sólo dos. Total, cinco huevos chiquitos, que era muy poca comida; de modo que al caer la tarde el coaticito tenia tanta hambre como de mañana, y se sentó muy triste a la orilla del monte. Desde allí veía el campo, y pensó en la recomendación de su madre.

        —¿Por qué no querrá mamá —se dijo— que vaya a buscar nidos en el campo?

        Estaba pensando así cuando oyó, muy lejos, el canto de un pájaro. .

         —¡Qué canto tan fuerte! —dijo admirado—. ¡qué huevos tan grandes debe tener ese pájaro!

        El canto se repitió. Y entonces el coatí se puso a correr por entre el monte, cortando camino, porque el canto había sonado muy a su derecha. El sol caía ya, pero el coatí volaba con la cola levantada. Llegó a la orilla del monte, por fin, y miró al campo. Lejos vio la casa de los hombres, y vio a un hombre con botas que llevaba un caballo de la soga. Vio también un pájaro muy grande que cantaba y entonces el coaticito se golpeó la frente y dijo:

   

     

Explicación:


Anónimo: Buena pero pidio 10
Preguntas similares