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Para un artista simbólico como
Xul Solar, el interés por las
religiones, la astrología, la cábala y el tarot es obvio, puesto que son lenguajes por excelencia y exclusivamente análogo-simbólicos.
El símbolo abarca todos los aspectos y órdenes de la existencia, es totalizador y justamente el arquetipo Neptuniano -tan poderoso en Xul- conduce a la percepción totalizadora. Por ello el símbolo se comporta como su mejor y eterno medio. Para una mente como la de Xul que se introdujo en el misterio de la Unidad, era lógico arribar al misticismo dado que este misterio lleva inevitablemente a la fraternidad universal.
La gran aventura de Xul, un verdadero iniciado surgido natural y solitariamente en pos del conocimiento esencial, lo puso en la necesidad de utilizar la pintura como elemento de comunicación ya que posibilita que las imágenes se transformen en símbolos que transmiten contenidos espirituales. Y así nacieron las obras de Xul donde toma como tema los sistemas simbólicos que narran la experiencia evolutiva humana, como lo son: EL ZODÍACO, EL ÁRBOL CABALÍSTICO Y EL TAROT.
A partir de 1930 Xul comienza a introducirse cada vez más en los temas esotéricos pero en la década de los 50, específicamente entre el 51 y el 54, es donde aparecen estas maravillosas creaciones suyas.
En esta entrega nos dedicaremos a sus Signos Zodiacales, dejando para la próxima el Tarot y los Árboles Cabalísticos.
EL ZODIACO DE XUL SOLAR
Las obras más importantes sobre el Zodíaco que Xul realiza son del año 1953: “Zodíaco” -que es la que tomamos fundamentalmente para su análisis por ser la principal y última versión-, más “Signos Zodiacales Impares” y “Signos Zodiacales Pares”, basadas en la misma interpretación de «Zodíaco».
También existen acerca de temas astrológicos y expuestos en su Museo: “Máscaras Planetarias” y “Marte y Saturno” del mismo año citado, además de “Planetas y Regentes” de 1955. Anteriores, y que se puedan tomar como posibles antecedentes de su más completo “Zodíaco”, son “Zodíaco Titi” y “Zodíaco” de 1949 y los retratos-horóspocos de varias personalidades como el de “Miguel Angel Asturias” de 1952.
El origen de sus peculiares Signos Zodiacales parece haber sido el proyecto de una obra de marionetas, donde los personajes que representan los Signos jugaban un “Teatro del Destino”. Nos esforzaremos en comprender su interpretación astrológica, aproximándonos a lo que nos quiso decir.
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