• Asignatura: Castellano
  • Autor: lauraa12364
  • hace 5 años

Mi historia de vida
Cuando sea profesional, la historia que les voy a contar servirá
para recordar y valorar el esfuerzo, la constancia y la lucha por ser mejor.
Mi vida trascurrió entre el amanecer de cada día y los
pedidos que hacían los clientes de mi mamá: “un cafecito
caliente y choclo con queso, ¡bien servidito!” los escuchaba
repetir siempre, una y otra vez. La jornada terminaba al
anochecer de todos los días, siempre con las mismas voces
de los trabajadores del mercado al sentarse en las pocas
bancas que habían y otros de pie repetían la misma frase:
“un cafecito caliente y choclo con queso, ¡bien servidito!”
La escuela para mí era lo primero y en mis tiempos libres
ayudaba a mamá. Cuando salía de la escuela, corría al mercado, donde siempre encontraba
a mi mamá barriendo y acomodando las cosas para atender a los trabajadores del mercado.
Me sentía feliz de saber que ayudaba a mi mamá. En esos
tiempos, yo estaba en el tercer grado de primaria y no sabía
qué sería de mi vida cuando llegará a ser más grande. Ya en
la secundaria y poco antes de terminarla, mis maestras me
aconsejaban que debía estudiar una carrera universitaria o
técnica; quizás me lo decían, porque era bien “hablantina”
cuando exponía; no sé de dónde me salían las ideas y las
palabras que decía; mis amigas me decían: “Confiamos en
ti, Sheila, lo haces muy bien”. Los maestros siempre me
felicitaban.
Cuando terminé la secundaria, me ofrecieron una beca universitaria; al principio no me
decidía, porque debía seguir ayudando a mi mamá; no recuerdo ni cómo, pero decidí
continuar con mis estudios. A pesar de que me pagaban la pensión, equipos y materiales,
no siempre podía cubrir todos mis gastos, pero realizaba prácticas preprofesionales y
me daban algunas propinas, lo que me permitía seguir adelante. Estos últimos años,
me siento contenta, porque en el 2021, ¡si Dios quiere y yo me lo propongo!, estaré
terminando mi carrera de Derecho. Mi mamá y mis hermanitos, se sienten muy felices, y
yo más, porque ese apoyo que me brinda a diario mi familia me da la fuerza para seguir
intentando ser la mejor.
Sheila, estudiante universitaria
Luego de concluir tu lectura, responde las siguientes preguntas:
- ¿De qué trata la historia?
- ¿Qué sentimientos muestra el personaje principal de la historia?
- ¿La situación que se describe en la historia tiene relación con algún derecho?, ¿cuál?
- ¿Para qué escribió la autora esta historia?
- ¿Qué te parece lo que ha logrado el personaje de la historia?, ¿por qué se siente
feliz ahora?


yoshiasera: amen UwU
lauraa12364: no respondan un mixxdfwerda si no saben
yoshiasera: jaja
yoshiasera: a mi no me digas jaja
lauraa12364: no respondan una mierggda

Respuestas

Respuesta dada por: marquitoeder
3

Respuesta:

no boy a leer nada solo  respndeme tu esto XD

Explicación:

MI HISTORIA DE VIDA

Cuando sea profesional, la historia que les voy a contar servirá para recordar y valorar el esfuerzo, la constancia y la lucha por ser mejor. Mi vida trascurrió entre el amanecer de cada día y los pedidos que hacían los clientes de mi mamá: “un cafecito caliente y choclo con queso, ¡bien servidito!” los escuchaba repetir siempre, una y otra vez. La jornada terminaba al anochecer de todos los días, siempre con las mismas voces de los trabajadores del mercado al sentarse en las pocas bancas que habían y otros de pie repetían la misma frase: “un cafecito caliente y choclo con queso, ¡bien servidito!” La escuela para mí era lo primero y en mis tiempos libres ayudaba a mamá. Cuando salía de la escuela, corría al mercado, donde siempre encontraba a mi mamá barriendo y acomodando las cosas para atender a los trabajadores del mercado. Me sentía feliz de saber que ayudaba a mi mamá. En esos tiempos, yo estaba en el tercer grado de primaria y no sabía qué sería de mi vida cuando llegará a ser más grande. Ya en la secundaria y poco antes de terminarla, mis maestras me aconsejaban que debía estudiar una carrera universitaria o técnica; quizás me lo decían, porque era bien “hablantina” cuando exponía; no sé de dónde me salían las ideas y las palabras que decía; mis amigas me decían: “Confiamos en ti, Sheila, lo haces muy bien”. Los maestros siempre me felicitaban. Cuando terminé la secundaria, me ofrecieron una beca universitaria; al principio no me decidía, porque debía seguir ayudando a mi mamá; no recuerdo ni cómo, pero decidí continuar con mis estudios. A pesar de que me pagaban la pensión, equipos y materiales, no siempre podía cubrir todos mis gastos, pero realizaba prácticas pre profesionales y me daban algunas propinas, lo que me permitía seguir adelante. Estos últimos años, me siento contenta, porque en el 2021, ¡si Dios quiere y yo me lo propongo!, estaré terminando mi carrera de Derecho. Mi mamá y mis hermanitos, se sienten muy felices, y yo más, porque ese apoyo que me brinda a diario mi familia me da la fuerza para seguir intentando ser la mejor.

Sheila, estudiante universitaria


fabian20042019: yo tambien buscaba eso
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