Respuestas
Respuesta: ponme mejor respuesta
Explicación: Hay un aprovechamiento económico por parte del país dominante sobre el territorio dominado.
Busca imponer su cultura, leyes y costumbres sobre el territorio dominado, utilizando la evangelización y civilización de los pueblos.
Justifica la acción invasora para facilitar el dominio de los habitantes y el apoyo de la población dominante.
El país dominante controla y somete a los habitantes de las colonias, logrando incluso la explotación de mano de obra barata y esclavización.
Generalmente priva de los derechos políticos y sociales a los pobladores originarios del territorio usurpado
En primer lugar, habrá una explotación económica, siendo los intereses de la potencia los primeros. Según las necesidades y los recursos del país, la metrópoli explotará unos recursos u otros. Aunque en muchas de las ocasiones los propios estados colonizadores fueron imponiendo industrias autónomas en dichos países para que poco a poco fueran abasteciéndose.
Por otro lado, encontraremos una fuerte dependencia política, de esa manera todas las decisiones importantes eran tomadas por la metrópoli. Por tanto, si un gobierno de la colonia se oponía a lo impuesto desde arriba, sería reprimido por el ejército.
Un elemento muy importante para llevar a cabo la colonización seránn las barreras sociales. Cuando hablamos de esto nos referimos a que los funcionarios del estado opresor vivían separados del resto de la población diferenciándose, así, las dos culturas. Solo en algunos casos se relacionarían con las élites de las colonias para mantener el control.
Se creará un sistema ideológico que justifica la colonización y por tanto adoctrinarán a la población de la colonia para que acepten de buena gana el domino realizado por la potencia. En muchas ocasiones las colonias serán vistas como países que acaban de nacer y por tanto han de estar bajo la vigilancia de los países desarrollados. De esa manera y muy ligado a esto encontraremos una serie de actitudes psíquicas por las cuales el trato de las personas provenientes de la metrópoli, solían tratar a las personas de las colonias con una mezcla entre menosprecio y paternalismo.
La dominación está enmarcada por el uso de la potencia militar, la cual era auxiliada mediante las conocidas como las legiones coloniales, estas estaban formadas por miembros de las colonias y por mercenarios. Los cuales solamente hicieron empeorar las relaciones entre las poblaciones autóctonas y las potencias.
Explotación económica: Los intereses económicos de la potencia extranjera son siempre el principal motivo de la colonización. Según sus necesidades y recursos del país colonizado, la metrópoli explota las riquezas agrícolas, forestales o mineras del territorio. Sin embargo, frente a una explotación constante y generalizada, la colonización significó también para no pocos países el establecimiento de las bases para un desarrollo industrial y económico autónomo.
.- Dependencia política: Todas las decisiones importantes relativas a la metrópoli eran tomadas por la metrópoli, y cualquier acción política contraria a esa situación de dependencia es reprimida por la potencia colonial.
.- Barreras sociales: La nación colonizadora instala en el país colonizado sus cuadros administrativos, militares y económicos, que viven de espaldas a la población interior. Esta mantiene con ellos únicamente relaciones de subordinación
.- Sistema ideológico de justificación: El colonizador autojustifica su dominación e induce a la aceptación de esta en forma voluntaria por la población. La justifica generalmente por su superioridad racial y cultural.
- Actitudes psíquicas: El trato del colonizador en relación con el colonizado está constituido por una mezcla de paternalismo, menosprecio y temor. Por su parte, el colonizado mira al otro como extraño e inalcanzable. En un estado final, la equívoca admiración que siente por el dominador se convierte en odio y hostilidad.
.- Formas de dominación: Las tropas coloniales, como la Legión Extranjera, ocuparon grandes comarcas. Solían apoyarse en soldados nativos que operaban como mercenarios; por ejemplo los gurkas en Nepal y los cipayos en India. En otras oportunidades, hábiles diplomáticos, respaldados por el poderío militar, promovieron el enfrentamiento entre los pueblos autóctonos, para luego aparecer como árbitros y pacificadores.