5. ¿Qué acciones y tareas tienen las instituciones del Estado para enfrentar el maltrato infantil?
6. ¿De qué modo una institución no cumple adecuadamente su función de protección a los menores?
Respuestas
Respuesta:
En el momento en que se inicia la experiencia , el Perú es un país predominantemente joven. Los niños menores de 12 años son 6.564.400, de los cuales se calcula que sólo el 52% presenta una nutrición aceptable. Se estima que el 70% de la población es urbana y más de la tercera parte de esta población vive en tugurios, denominados «pueblos jóvenes», en la periferia de las ciudades principales. Éstos se caracterizan por la falta de infraestructura y servicios básicos, hacinamiento y desempleo, especialmente entre los jóvenes, quienes frustrados y básicamente sin ningún tipo de conocimientos especializados para conseguir trabajo, recurren, cada vez en mayor cantidad, a soluciones aparentemente «facilistas» como la delincuencia, pudiendo también ser presas fáciles de alternativas violentas que persisten por distintos lugares del país.
La aguda crisis económica ha impedido el desarrollo de estrategias eficaces y la asignación de recursos adecuados para mejorar esta situación. Las razones de tales comportamientos se hallan fundamentalmente en problemas de tipo familiar, que dejan a niños y jóvenes sin afecto ni atención de sus padres. Todos ellos no están amparados con un régimen laboral ni de seguridad social adecuados.
Al inicio del proyecto se consideró una primera fase experimental a la que se llamó
Posteriormente, en 1996, con el Programa de Defensorías Escolares, se amplió su campo de acción al incluir colegios de provincias, y extenderse a otros de la capital, con la finalidad de buscar un equilibrio entre ciudad y provincia , ya que se pretendía abarcar a todos los centros educativos de Fe y Alegría del Perú.
Si bien cada uno de los ámbitos, en que se inserta el colegio y la respectiva Defensoría
Escolar, tiene sus propias peculiaridades, todas, sin embargo, comparten el hecho de estar ubicadas en zonas urbano marginales, con alta incidencia de casos de maltrato infantil, de abandono físico y emocional de los menores, con altos índices de desintegración familiar, y hogares agobiados por la crisis económica, la desocupación o el sub-empleo.
En el año 1990, cuando el Perú ratificó y firmó la Convención sobre los Derechos del
El nuevo código se constituye en un factor favorable para el proyecto, ya que permite una atención jurídica y un control social que posibilita pensar en una atención integral al niño y al adolescente, desde sus necesidades reales, frente a la problemática que vive.
Conciliaciones, Resolución Ministerial y Reglamento del Servicio de Defensoría del Niño y del Adolescente, entre otras. Esta preocupación ha tenido , además, respuestas rápidas y concretas en la sociedad, gobiernos locales, instituciones públicas y privadas, que han prestado atención y se han dedicado a la acción de defender y hacer respetar los derechos de los menores que la legislación les reconoce. Se han creado las Defensorías de los Niños y Adolescentes que se dedican con especial interés a la tarea de atender los casos de maltrato. Algunos rasgos de la sociedad peruana se convierten realmente en el desafío del proyecto.
Esta situación se hace mucho más evidente en las zonas urbano-marginales y rurales, tanto en el ámbito familiar como social y político.
Explicación: