• Asignatura: Castellano
  • Autor: overmedina78
  • hace 5 años

as
Platero y yo
.
Venia, a veces, flaco y
enfermo, a la casa del
huerto. El pobre andab
siempre huyendo,
acostumbrado a los
gritos y a las piedras
Los mismos perros le
am
enseñaban los dientes
se iba otra vez, con el
sol del mediodía, lento
triste, monte abajo.
juella tarde, llegó detrás de Diana. Cuando yo salía, el
arda, que en un arranque de mal corazón había sacado la
copeta, disparó contra él. No tuve tiempo de evitarlo. El
bre, con el tiro en la barriga, se volvió rápidamente un
omento, dio un aullido, y cayó muerto bajo un árbol. Platero
iraba el perro fijamente, levantando la cabeza. Diana,
emblando, andaba escondiéndose de uno en otro. El guarda,
rrepentido quizás, daba largas razones no sabía a quién. Un
elo parecía poner de luto el sol: un velo grande, como el velo
sequeñito que nubló el ojo sano del perro muerto. (Juan
Ramón Jiménez)​

Respuestas

Respuesta dada por: estelvina774
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Explicación:

que es la pregunta solo pusiste el texto

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