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El primer hecho es que nuestros hábitos son prácticamente invisibles para nosotros. En otras palabras, aunque sabemos que tenemos que comer o escuchar mejor, nuestra costumbre de repertorio se encuentra en una parte del cerebro que normalmente fuera del alcance de nuestra conciencia. Los hábitos de "hogar" es una estructura profunda en la parte inferior del cerebro llamada ganglios basales.
Nuestro cerebro almacena nuestros hábitos no, así que no prestar atención consciente a los muchos buenos hábitos que nos mantengan en camino – todos, desde cómo cepillarse los dientes a lo que no quiere decir a su jefe.
Esto generalmente funciona bien. El cerebro necesita para conservar la energía de esta manera, y sería abrumadoramente inquietante a tener que descubrir estas secuencias en un momento. Pero el problema surge cuando ciertos hábitos no funcionan para nosotros. Estos son los cambios que queremos.