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Para crecer en la vida física, necesitamos alimentarnos; Y de esta misma forma lo necesitamos para crecer en gracia como cristianos. La Biblia es el alimento espiritual del creyente, y lo podemos leer en, 1 Pedro 2:2 “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación”. La leche es ideal para los niñitos, pero no es suficiente para los adultos que requieren alimentos sólidos que le den fuerza y nutrientes. La Santa Biblia es nuestro Pan de vida. Jesús enseña en; Mateo 4:4 “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Además contiene la Carne de la Palabra para los que la pueden digerir, 1 Corintios 3:2 “Os di a beber leche, no alimento sólido, porque aún no erais capaces; ni sois capaces todavía,” Podemos también decir que La Palabra de Dios es dulce como la miel… Ezequiel 3:3 “Me dijo: «Hijo de hombre, alimenta tu vientre y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy.» Lo comí, y fue en mi boca dulce como la miel”. También podemos repetir las palabras del Profeta Jeremías, las cuales nos dejan saber que las Palabras de Dios son alimento que nos alegra el Alma y el Espíritu: Jeremías 15:16 “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.”
Debemos leer la Palabra, estudiar la Palabra, aprender la Palabra, meditar en la Palabra de Dios y memorizar versículos que nos ayuden a pelear la diaria batalla. Además debemos aceptarla totalmente sin dudar en su veracidad y compartirla a otros igualmente. De la manera en que normalmente, tomamos alimentos naturales, así también debemos alimentar nuestra alma con las cosas de Dios. No basta con oír sermones los domingos. Debemos pedir diariamente a Dios nuestro alimento espiritual: Mateo 6:11 “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”.
Satanás conoce la importancia de la Palabra de Dios, en la vida del creyente. Por eso, su primer ataque es siempre contra la Palabra de Dios. Como en el Edén, continúa sugiriendo al oído: “¿Con que Dios os ha dicho?” Satanás sabe que si logra apartarnos del estudio y lectura de la Palabra haciéndonos dudar, pronto nos debilitaremos y seremos victimas del pecado y la tentación. Alerta! Mis hermanos... Procuremos alimentar nuestra alma diariamente con la Palabra del Dios para el beneficio de nuestra vida y nuestra relación con Dios.
La Biblia es la Palabra de Dios, la Biblia expresa Su Voluntad. Es, por tanto, la máxima autoridad que establece los principios de nuestra fe. Por medio de la Biblia respondemos las tres preguntas más relevantes del ser humano: quiénes somos? - de dónde venimos? - y - hacia dónde vamos? (presente – pasado & futuro) A través de la Biblia, Dios nos da las respuestas.
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