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LA FAMILIA Y EL BIEN COMÚN
9/1/2006
Caballero Supremo Carl A. Anderson
Hace unos meses, tuve el privilegio de representar a nuestra Orden en el Quinto Encuentro de las Familias con el Papa Benedicto XVI en Valencia, España. Durante mi presentación al Santo Padre dije: “El matrimonio y la familia constituyen el lugar privilegiado en el que amor trinitario y la comunión se inscriben dentro de la misma estructura de la creación. El matrimonio y la familia son testimonio del amor y la comunión que es el verdadero objetivo de cada comunidad y cada sociedad. El modelo de la comunión comunitaria dentro de la familia señala la posibilidad de una comunión similar en cada comunidad y en cada sociedad. Si cada persona es llamada a una vocación de amor, entonces la única civilización merecedora de la dignidad de cada persona es una civilización de amor”.
Si el tiempo lo hubiera permitido, se podría haber dicho más, pero este breve resumen presenta la médula de la Nueva Evangelización de acuerdo con Juan Pablo II y Benedicto XVI. La vocación de amar dentro del matrimonio es el ejemplo por excelencia de la forma cristiana de vida, amar al prójimo como a uno mismo.
En esta visión, la familia se convierte en la “célula básica” de una nueva sociedad. La vocación de amar comienza dentro de la familia, pero no debería detenerse allí. Tiene que irradiar a través de toda la sociedad. Y si así lo hace, ayuda a construir lo que el Santo Padre llama una nueva “civilización de amor”.
Es por eso que existe una conexión tan importante entre la enseñanza de la Iglesia respecto al matrimonio y la responsabilidad social de cada uno de trabajar por la justicia y la caridad. Juan Pablo II nos recordó que la familia es un santuario de vida y de amor. En su encíclica Deus Caritas Est, Benedicto XVI nos exhorta a pensar en la sociedad de la misma forma.
Quienes argumentan que el matrimonio “tradicional” debería considerarse como sólo uno entre varias opciones de “estilos de vida” pierden esta conexión importante entre la salud y estabilidad de la familia y el bien común.
Por el contrario, como dejó claro el Papa Benedicto XVI en España, lejos de adecuarse a esta visión equivocada del matrimonio, la Iglesia reta a la cultura secular a que alcance un objetivo más elevado, a que abandone el materialismo, el consumismo y los otros síntomas de la cultura de la muerte y, por el contrario, elija “la vía del amor” que conduce a una cultura de la vida y a una civilización de amor.
Sólo semanas antes de la reunión de Valencia, la facultad y los estudiantes del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia fueron recibidos en audiencia por el Papa Benedicto XVI para celebrar el 25to aniversario de su fundación. En esa ocasión, Mons. Livio Melina, el presidente del instituto, y yo presentamos al Santo Padre el primer comentario publicado sobre su encíclica Deus Caritas Est, preparado por la facultad del instituto. El libro, titulado La vía del amor, ha sido publicado en italiano y español y el próximo mes Ignatius Press lo publicará en inglés.
Claramente, Caballeros de Colón está comprometido a defender el matrimonio y la familia. Viviendo de forma aun más plena los principios de caridad, unión y fraternidad dentro de la familia, podemos, en los días por venir, enfrentar este desafío de formas aun más abarcadoras.
Explicación:
encontre esto en internet espero de alguna manera te sirva creditos a su autor:
Respuesta:
Con el respeto y comprensión y no comparar a otros estar juntos y convivir sanamente no dejar a otras personas de lado y meterlos a la charla o al relajo
Explicación:
eso es lo que yo podría ya que eso me enseñó mi familia espero que te allá servido de algo