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No hay duda de que poder disponer de órganos animales para trasplante solucionaría el problema de su escasez. Pero para que los xenotrasplantes puedan llegar a ser una realidad clínica, se debe superar de forma tres barreras: la inmunológica, la fisiológica y el riesgo de xenozoonosis. Desde el punto de vista inmunológico, la condición necesaria sería que el xenorrechazo pudiera modularse y transformarse a un allorejection-type. Los avances en la tecnología transgénica han resuelto por completo el rechazo hiperagudo, y se han obtenido sobrevidas máximas de meses para el riñón y el corazón, estas sobrevidas han permitido estudiar la compatibilidad fisiológica de estos órganos porcinos trasplantados en los monos durante estos períodos. En cuanto a las barreras infecciosas, con el desarrollo biotecnológico actual en el área de la producción porcina, se asegura el nacimiento de lechones completamente libres de patógenos específicos. Hasta la fecha no se ha comunicado ningún xenotrasplante clínico con órganos porcinos transgénicos. La razón de ello es que existe unanimidad en que todavía las barreras inmunológicas no se han superado. En la actualidad todos los esfuerzos están orientados a estudiar los mecanismos del rechazo vascular agudo retardado para así poder diseñar estrategias que lo prevengan con efectividad.
Palabras clave: Xenotrasplante, xenorrechazo, órganos transgénicos, xenozoonosis.
Con unas décadas de experiencia, se está convencido que el trasplante de órgano es hoy por hoy una opción valida para el tratamiento de diversas patologías en su estado final. Pero no se puede negar su limitante fundamental: la acuciante demanda de enfermos terminales en espera de donantes compatibles sin que esta sea resuelta, lo que aumenta el numero de pacientes fallecidos en lista de espera, ejemplo de esto es el reporte de que en EE.UU. fallecen diariamente 15 pacientes en estas listas.1-4 Lo anterior hace que se retome la idea de la utilización de órganos de especie animales diferentes al hombre para tratar de dar solución a esta situación, lo cual no esta exento de problemas que varían desde el rechazo violento que puede provocar, a infecciones y/o problemas éticos; por lo que es imprescindible que el dialogo científico sea lo que prime.
Los intentos por realizar xenostransplante no son nuevos;5-7 está descrito en la literatura que en el siglo XVII, cuando alguien usó el hueso de un perro para reparar un traumatismo craneal de un aristócrata ruso; en sentido contrario, en Escocia del siglo XVIII; se hizo popular el éxito de Jonh Hunter (1728-1793) al lograr el transplante, vascularización y desarrollo de un diente humano inmaduro en la cresta de un gallo vivo; más recientemente el 21 de diciembre del 1889 se realiza el primer transplante renal entre perros y en 1902 Carrel describió la técnica de la sutura de la anastomosis vascular y el transplante de órganos lo que le valió el premio Nóbel en 1912, 8 Desde entonces se siguen pasos lentos pero seguro en el progreso del xenotrasplante.
Diferentes grupos han regulado la actuación frente al xenotrasplante, entre ellos la Sociedad Internacional de Trasplante Corazón Pulmón (ISHLT), la cual desde agosto del 1999 presentó sus conclusiones y recomendaciones en cuanto al xenotrasplante.9
Según la Food and Drug Administration (FDA), por xenotrasplante se entiende cualquier procedimiento que implique el trasplante, implante o infusión en receptores humanos de células, tejidos u órganos procedentes de animales no humanos, o bien fluidos corporales, células, tejidos u órganos humanos que hayan tenido contacto ex vivo con células vivas, tejidos u órganos no humanos .
En este artículo, se revisa la situación actual de los xenotrasplantes y se analizan las condiciones actuales para poder comenzar ensayos clínicos de xenotrasplante de órganos desde nuestro punto de vista particular, además de tratar de brindar una amplia referencia bibliográfica fácil de consultar.
Todo esto permite asegurar que para la realización del xenotrasplante, es necesario primero el poder modular los fenómenos de rechazo a formas de rechazo típicas del aloinjerto para que puedan ser tratadas normalmente por los clínicos.