Respuestas
Respuesta:
son formables O no las características
empresariales, pero quedan todavía du-
das significativas sobre cuál debe ser
el proceso educacional que se debe se-
guir para poder producir esa mentali-
dad, o espíritu empresarial, o sea, esa
fuerza vital, esa capacidad de realiza-
ción, ese deseo de superación y progre-
so, esa habilidad creadora e innovado-
ra, esa facilidad de administración de
recursos, ese coraje para enfrentar si-
tuaciones inciertas, esa actividad men-
tal que los orienta positivamente al éxito,
esa aceptación del cambío, esa convic-
ción de confianza en sus facultades, esa
capacidad para integrar muchos hechos
y circunstancias para tomar decisiones
con información incompleta.
Ya no existen dudas sobre si se debe
o no enseñar espíritu empresarial, ni si
Esta variación del foco educativo, que
desafortunadamente todavía no es
compartida por la totalidad de las univer-
sidades e instituciones universitarias del
Continente, y que de pronto no hemos
logrado que permee al resto del sistema
educativo, es la base para producir los
~ambios estructurales que la cultura la-
tinoamericana requiere para poder en-
frentar efectivamente los retos del desa-
rrollo y la solución real de las necesida-
des más apremiantes de nuestros pue- blos.
1.
INTRODUCCION
Los últimos años de la Década Perdi-
da de América Latina han mostrado una
tendencia significativa y favorable a la
modificación de los patrones educacio-
nales, y una frase acuñada en el naci-
miento del Centro de Desarrollo del Es-
píritu Empresarial del ICESI: "Eduque-
mos para el trabajo y no sólo para el
empleo", ha sido la filosofía que ha guia-
do mucha de la acción tanto del ICESI,
como de muchas otras institucíones la-
tinoamericanas que la han acogido
como elemento orientador de sus trans-
formaciones.
sistema de libre empresa, y las dos su-
perpotencias mundiales se han compro-
metido a no continuar la absurda carrera
armamentista en que estaban empeña-
das para dedicar al menos parte de esos
recursos a la inversión productiva, los
latinoamericanos debemos aunar es-
fuerzos para acabar con el flagelo del
desempleo, lo cual sólo se logra crean-
do las condiciones apropiadas para el
desarrollo económico y social.
Todos sabemos que la pobreza se
derrota trabajando más y no menos,
como parecen haberlo creído nuestros
congresistas y líderes sindicales, al ins-
titucionalizar tantos días festivos que los
colombianos tenemos el dudoso privile-
gio de encabezar conjuntamente con el
Uruguay, la lista de países con mayor
número de días feriados.
Los dirigentes políticos y empresaria-
les de América Latina no podemos ser
pesimistas ni vacilantes en los momen-
tos en que nuestra patria más nos nece-
sita. Los invito, por lo tanto, a que refle-
xionemos sobre la manera como cada
uno de nosotros puede contribuir a la
creación de un entorno más próspero y
grato, para que ningún compatriota ca-
rezca de una vivienda digna, ni padezca
los rigores del hambre, pues sólo enton-
ces podremos disfrutar con tranquilidad
los rendimientos generados por las em-
presas que con tanto esfuerzo hemos
creado.
Personalmente estoy convencido de