Respuestas
En el baloncesto actual cada vez es más complicado obtener ventajas.
El uno contra uno puro, por ejemplo, cada vez se ve menos, debido a la
organización defensiva de los equipos, así como por la mejora física (si
bien en este sentido podríamos decir que esta mejora no sólo se debería
reflejar en la defensa sino también en el ataque...)
De forma parecida, el bloqueo directo y el bloqueo indirecto se defienden
cada vez mejor (trabajo de scouting, tiempo dedicado a esta acción…)
En cualquier caso está claro que la búsqueda de cada pequeña ventaja para
el atacante es uno de los objetivos de los entrenadores a cualquier nivel.
Evidentemente, las ventajas pueden venir dadas por la mejora técnica del
jugador.
Cuantos más recursos, más opciones le daremos. En esto difícilmente se
puede estar en desacuerdo.
De cualquier modo, en este artículo, me voy a centrar en ventajas
generadas a partir de situaciones tácticas de juego. Específicamente a
partir de bloqueos, si bien estos no serán del tipo que finalizan con una
ventaja directa para el receptor del mismo, sino que favorecen una acción
posterior, dificultando la defensa de esa segunda situación, de ahí la
calificación de “diferidas”.
Habiendo múltiples posibilidades, en cada una de las opciones que trato
elegiré un sencillo ejemplo para mostrar la idea principal.
Respuesta:
En el baloncesto actual cada vez es más complicado obtener ventajas.
El uno contra uno puro, por ejemplo, cada vez se ve menos, debido a la
organización defensiva de los equipos, así como por la mejora física (si
bien en este sentido podríamos decir que esta mejora no sólo se debería
reflejar en la defensa sino también en el ataque...)
De forma parecida, el bloqueo directo y el bloqueo indirecto se defienden
cada vez mejor (trabajo de scouting, tiempo dedicado a esta acción…)
En cualquier caso está claro que la búsqueda de cada pequeña ventaja para
el atacante es uno de los objetivos de los entrenadores a cualquier nivel.
Evidentemente, las ventajas pueden venir dadas por la mejora técnica del
jugador.
Cuantos más recursos, más opciones le daremos. En esto difícilmente se
puede estar en desacuerdo.
De cualquier modo, en este artículo, me voy a centrar en ventajas
generadas a partir de situaciones tácticas de juego. Específicamente a
partir de bloqueos, si bien estos no serán del tipo que finalizan con una
ventaja directa para el receptor del mismo, sino que favorecen una acción
posterior, dificultando la defensa de esa segunda situación, de ahí la
calificación de “diferidas”.
Habiendo múltiples posibilidades, en cada una de las opciones que trato
elegiré un sencillo ejemplo para mostrar la idea principal.
Explicación: