Respuestas
Respuesta
es una Torcedura o distensión violenta de una articulación que puede ir acompañada de la ruptura de un ligamento o de las fibras musculares.
los primeros auxilios son:
Aplique hielo inmediatamente para reducir la inflamación. Envuelva el hielo en un pedazo de tela y no lo aplique directamente sobre la piel. Envuelva firmemente un vendaje alrededor de la zona afectada, pero no apretado, para limitar el movimiento. Use una férula (tablilla) si es necesario.
Explicación:
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¿Qué es un esguince?
Un esguince o torcedura es una lesión de los ligamentos que unen dos huesos que forman una articulación. Estos ligamentos están formados por fibras muy resistentes, pero cuando se fuerzan hasta el límite o realizan un movimiento muy brusco y excesivo, se rompen o se estiran en exceso, la articulación duele y se inflama. Si la lesión es tan importante que el ligamento ya no puede estabilizar la articulación en su posición y los huesos se desarticulan, se trata de una luxación.
¿Cuales serian sus primeros auxilios?
Tras la lesión es importante aplicar hielo inmediatamente para así reducir la inflamación producida por la lesión. Es aconsejable envolver el hielo en un trozo de tela y no aplicarlo directamente sobre la piel.
Vendar la zona afectada firmemente, pero no apretado, para limitar el movimiento. Si fuera necesario, habría que utilizar una férula.
Mantener elevada la extremidad afectada por encima del nivel del corazón.
Mantener el área lesionada en reposo durante varios días y, a la hora de caminar, es aconsejable el uso de muletas; minimiza la hinchazón y disminuye los hematomas.
Para el dolor, medicamentos antiinflamatorios como el ácido acetilsalicílico o el ibuprofeno pueden ayudar a aliviarlo.
Tras tratar la articulación, es recomendable ejercitarla y así evitar la rigidez y aumenta la fuerza, evitando ejercicios que puedan provocar dolor.
Prevención
Para disminuir el riesgo de sufrir un esguince existen varias medidas y consejos:
Utilizar un calzado protector para tobillos y otras articulaciones cuando se realicen actividades donde se ejerza presión en esas zonas o bien sobre un firme irregular.
Evitar zapatos que no se adapten de manera apropiada al pie.
Realizar estiramientos antes de realizar ejercicio.
Evitar tacones demasiado altos y que estén gastados solo por un lado.
Llevar a cabo una dieta equilibrada y un peso saludable para mantener los músculos fuertes.
Correr por superficies planas y así evitar la supinación y la pronación.
Cuándo contactar con un profesional médico
Es aconsejable acudir al especialista cuando la zona afectada no mejora, el dolor aumenta o la inflamación no desaparece al cabo de dos días. También en importante llamar al médico si aparecen síntomas de infección como piel enrojecida o fiebre por encima de 38 grados.