Respuestas
Respuesta dada por:
2
Características del liberalismo en el siglo XIX.
En un sentido amplio, el liberalismo se define como la teoría que defiende la libertad, en general, de todos los miembros de la sociedad.
En un sentido más concreto el liberalismo es el conjunto de ideas que, tanto en materia política como económica, refleja los ideales de la burguesía del siglo XIX. Benjamin Constant, ideólogo del movimiento en la transición del siglo XVIII al XIX habla siempre de liberalismo intelectual, político, económico y religioso como una misma doctrina que se opone al absolutismo y al despotismo ilustrado.
Esta concepción es la del siglo XVIII, para el que la unidad del liberalismo es un dogma indiscutible.
Pero en el siglo XIX se produce la fragmentación del liberalismo en varias ideologías distintas, aunque no siempre distinguidas: Liberalismo económico: descansa sobre dos principios básicos, riqueza y propiedad y se convierte en el fundamento doctrinal del capitalismo.
Liberalismo político: se opone al absolutismo y al despotismo ilustrado; se convierte en el fundamento doctrinal del gobierno representativo y de la democracia parlamentaria.
Liberalismo intelectual: caracterizado por un espíritu de tolerancia y conciliación, aunque éste no será exclusivo de los liberales.
En el siglo XIX, pues, el liberalismo se presenta diverso, según las tendencias, los países y los períodos.
El liberalismo económico nació vinculado a la Revolución Industrial.
Su base fundamental estriba en que el interés individual es el móvil que guía al hombre en su actuar económico.
Apoya al máximo la iniciativa privada.
Según ella, el Estado debe intervenir lo menos posible en una economía que se rige por “leyes naturales”.
El liberalismo económico se rige por tres leyes fundamentales: la libre iniciativa individual, la libre competencia y el libre funcionamiento de las leyes del mercado.
Los antecedentes de esta doctrina se sitúan en el siglo XVIII, en concreto se señala la fisiocracia o liberalismo agrario su principal percusor, ya que esta doctrina defiende las leyes naturales consistentes en la no intervención del Estado en la economía dentro de lo posible y la defensa de la iniciativa privada.
Otros rasgos característicos de la fisiocracia es que considera a la agricultura la principal fuente de riqueza, ya que de ella partirá un “movimiento circulatorio”, a través del cual, se repartirá la riqueza creada al resto de la sociedad.
El principal representante de esta corriente fue el francés Quesnay. R. Lara (2010).
“Liberalismo y nacion alismo en la Europa del siglo XIX”, Proyecto CLIO, 36. ISSN: 1139 -6237.
4 El liberalismo doctrinario o moderado accede al poder político en Francia tras la Revolución de 1830. En este período el teórico más importante del liberalismo francés es A.
Tocqueville. Es interesante resaltar las diferencias entre el liberalismo francés y el inglés. Mientras el primero se centra en los problemas políticos, viviendo del recuerdo de la Revolución francesa, el segundo se preocupa más por cuestiones económicas.
La causa principal de esta diferencia es que mientras Inglaterra realizó su revolución política en 1688 y ahora vive inmersa en un intenso proceso de transformación económica (Revolución Industrial), Francia está todavía luchando por consolidar los logros de su reciente revolución política.
En la segunda mitad del siglo los hombres que invocan el liberalismo se encuentran frente a dos series de problemas:
La realización progresiva de las grandes reivindicaciones liberales en el orden político (sufragio universal, libertad de asociación...), y las dificultades que suscita el ejercicio del poder.
El progreso industrial y el desarrollo de la concurrencia internacional.
El liberalismo se encuentra en el cruce de dos caminos: el del conservadurismo liberal y el del imperialismo.
En un sentido amplio, el liberalismo se define como la teoría que defiende la libertad, en general, de todos los miembros de la sociedad.
En un sentido más concreto el liberalismo es el conjunto de ideas que, tanto en materia política como económica, refleja los ideales de la burguesía del siglo XIX. Benjamin Constant, ideólogo del movimiento en la transición del siglo XVIII al XIX habla siempre de liberalismo intelectual, político, económico y religioso como una misma doctrina que se opone al absolutismo y al despotismo ilustrado.
Esta concepción es la del siglo XVIII, para el que la unidad del liberalismo es un dogma indiscutible.
Pero en el siglo XIX se produce la fragmentación del liberalismo en varias ideologías distintas, aunque no siempre distinguidas: Liberalismo económico: descansa sobre dos principios básicos, riqueza y propiedad y se convierte en el fundamento doctrinal del capitalismo.
Liberalismo político: se opone al absolutismo y al despotismo ilustrado; se convierte en el fundamento doctrinal del gobierno representativo y de la democracia parlamentaria.
Liberalismo intelectual: caracterizado por un espíritu de tolerancia y conciliación, aunque éste no será exclusivo de los liberales.
En el siglo XIX, pues, el liberalismo se presenta diverso, según las tendencias, los países y los períodos.
El liberalismo económico nació vinculado a la Revolución Industrial.
Su base fundamental estriba en que el interés individual es el móvil que guía al hombre en su actuar económico.
Apoya al máximo la iniciativa privada.
Según ella, el Estado debe intervenir lo menos posible en una economía que se rige por “leyes naturales”.
El liberalismo económico se rige por tres leyes fundamentales: la libre iniciativa individual, la libre competencia y el libre funcionamiento de las leyes del mercado.
Los antecedentes de esta doctrina se sitúan en el siglo XVIII, en concreto se señala la fisiocracia o liberalismo agrario su principal percusor, ya que esta doctrina defiende las leyes naturales consistentes en la no intervención del Estado en la economía dentro de lo posible y la defensa de la iniciativa privada.
Otros rasgos característicos de la fisiocracia es que considera a la agricultura la principal fuente de riqueza, ya que de ella partirá un “movimiento circulatorio”, a través del cual, se repartirá la riqueza creada al resto de la sociedad.
El principal representante de esta corriente fue el francés Quesnay. R. Lara (2010).
“Liberalismo y nacion alismo en la Europa del siglo XIX”, Proyecto CLIO, 36. ISSN: 1139 -6237.
4 El liberalismo doctrinario o moderado accede al poder político en Francia tras la Revolución de 1830. En este período el teórico más importante del liberalismo francés es A.
Tocqueville. Es interesante resaltar las diferencias entre el liberalismo francés y el inglés. Mientras el primero se centra en los problemas políticos, viviendo del recuerdo de la Revolución francesa, el segundo se preocupa más por cuestiones económicas.
La causa principal de esta diferencia es que mientras Inglaterra realizó su revolución política en 1688 y ahora vive inmersa en un intenso proceso de transformación económica (Revolución Industrial), Francia está todavía luchando por consolidar los logros de su reciente revolución política.
En la segunda mitad del siglo los hombres que invocan el liberalismo se encuentran frente a dos series de problemas:
La realización progresiva de las grandes reivindicaciones liberales en el orden político (sufragio universal, libertad de asociación...), y las dificultades que suscita el ejercicio del poder.
El progreso industrial y el desarrollo de la concurrencia internacional.
El liberalismo se encuentra en el cruce de dos caminos: el del conservadurismo liberal y el del imperialismo.
Preguntas similares
hace 6 años
hace 6 años
hace 6 años
hace 9 años
hace 9 años