Respuestas
Respuesta dada por:
6
Hay un mundo ahí afuera, el que camino;
ese que día a día sortéo a mi trabajo;
el que vivimos los hombres que de abajo
persiguiendo el pan nos consumimos.
Hay un mundo de sal por lo sufrido
en el horno laboral por un salario;
que para cruzar el río es necesario,
que muchos sacrifiquen su destino.
Cual la hormiga, que se amasija y se resigna,
así el hombre en su hacer se sacrifica;
y de siempre siempre eso fue lo digno.
Cuando enjuga como perlas su traspiro,
sabe aquellas como ejemplos por sus hijos,
y adorna sus cansancios con sonrisas.-
Autor:Emilio Pablo
ese que día a día sortéo a mi trabajo;
el que vivimos los hombres que de abajo
persiguiendo el pan nos consumimos.
Hay un mundo de sal por lo sufrido
en el horno laboral por un salario;
que para cruzar el río es necesario,
que muchos sacrifiquen su destino.
Cual la hormiga, que se amasija y se resigna,
así el hombre en su hacer se sacrifica;
y de siempre siempre eso fue lo digno.
Cuando enjuga como perlas su traspiro,
sabe aquellas como ejemplos por sus hijos,
y adorna sus cansancios con sonrisas.-
Autor:Emilio Pablo
Respuesta dada por:
2
Hay Un Mundo Ahí Afuera
Hay un mundo ahí afuera, el que camino;
ese que día a día sortéo a mi trabajo;
el que vivimos los hombres que de abajo
persiguiendo el pan nos consumimos.
Hay un mundo de sal por lo sufrido
en el horno laborál por un salario;
que para cruzar el río es necesario,
que muchos sacrifiquen su destino.
Cual la hormiga, que se amasija y se resigna,
así el hombre en su hacer se sacrifica;
y de siempre siempre eso fue lo digno.
Cuando enjuga como perlas su traspiro,
sabe aquellas como ejemplos por sus hijos,
y adorna sus cansancios con sonrisas.-
Autor:Emilio Pablo
Hay un mundo ahí afuera, el que camino;
ese que día a día sortéo a mi trabajo;
el que vivimos los hombres que de abajo
persiguiendo el pan nos consumimos.
Hay un mundo de sal por lo sufrido
en el horno laborál por un salario;
que para cruzar el río es necesario,
que muchos sacrifiquen su destino.
Cual la hormiga, que se amasija y se resigna,
así el hombre en su hacer se sacrifica;
y de siempre siempre eso fue lo digno.
Cuando enjuga como perlas su traspiro,
sabe aquellas como ejemplos por sus hijos,
y adorna sus cansancios con sonrisas.-
Autor:Emilio Pablo
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