Había un hombre al que le gustaba espiar a las mujeres mientras se bañaban en el río Magdalena. Para pasar inadvertido y verlas discretamente, decidió ir a ver a un brujo, con el objetivo de que le hiciera una pócima para convertirse en Caimán y de esta manera admirar la belleza de las mujeres, sin ser descubierto.

El brujo decidió hacerle dos pócimas: una roja que lo convertía en caimán, y la blanca que lo convertía nuevamente en hombre. El hombre salió de donde el brujo junto con un amigo con quien se desplazó hasta el río, allí tomó la pócima roja y se convirtió en Caimán, Su amigo, que sostenía en su mano la pócima blanca, se asombró tanto que dejó caer unas gotas sobre él, convirtiéndolo en mitad

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Respuesta dada por: icwmg
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Respuesta:

Mitad hombre y mitad caimán

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