• Asignatura: Historia
  • Autor: angelesypipin
  • hace 5 años

ma, entonces, aprendió todo sobre los mástiles. Y se ganó el respeto de su amo.

–Eres pequeña, Fátima, y puedes cargar sin embargo pesadísimos mástiles. Sabes elegir buena madera y anticiparte a mis órdenes. ¿De qué serás capaz cuando te sientas libre? ¡Comprobémoslo! Te otorgo la libertad para que viajes a Java: asegúrate de vender los mástiles a buen precio.

Fátima emprendió, feliz, aquel nuevo viaje. Pero quiso la fortuna que sus desdichas no acabaran: al pasar por la costa China, un terrible tifón dio vuelta el barco. Y toda la carga se perdió. Y Fátima, otra vez, sobrevivió a un naufragio. Y se quedó sin nada.

Caminó durante días por las playas de aquel país desconocido, tan inmensas y hermosas. Se enamoró de los jardines que serpenteaban los caminos hacia tierra adentro. Conoció las magnolias, el bambú y los cerezos; la oveja azul y los yaks salvajes. Aprendió el idioma más bello y musical del mundo y sintió que, por fin, se acercaba a su destino.

No sabía entonces, todavía ─¡Ay, de los hilos invisibles!– que una vieja leyenda circulaba en China. La de cierta mujer extranjera que sería capaz de levantar una tienda para el emperador. Los heraldos de la corte encontraron a Fátima en una vieja aldea. Y la llevaron a la Ciudad Imperial.

─¿Cómo te llamás, extranjera? ─dijo el emperador con tono autoritario. Con la humildad de una esclava, Fátima contestó.

─¡Hazme una tienda! ─ordenó, inclemente, el soberano. Por el tono de su voz, Fátima comprendió que de aquel encargo dependía su vida.

Mantuvo la calma, sin embargo. Pidió sogas, pero no las había. Pidió una tela fuerte, pero todos los paños en China eran frágiles como la seda. Pidió que, por lo menos, le dieran fuertes vigas pero no consiguió más que unas cuantas cañas de bambú, quebradizas y débiles.

Y entonces, usó su ingenio. Y organizó el trabajo, como en tiempos de esclavitud. Y los hilos invisibles, por fin, empezaron a verse.

Y así Fátima (la hilandera) separó, retorció y tensó los filamentos de un cáñamo hasta volverlos madeja. Y consiguió la soga.

Y Fátima (la tejedora) anudó, tiñó, punzó y peinó los frágiles paños orientales hasta volverlos resistentes. Y consiguió una tela fuerte y vistosa.

Y Fátima (la obrera, la que tenía la fuerza de cien hombres) recorrió los bosques de China hasta hallar la madera perfecta para hacer mástiles. Y consiguió las vigas.

Alzó la tienda ante los ojos atónitos del emperador y sus heraldos. Y todos, en aquellas tierras lejanas y extranjeras que ahora ella sentía como propias, la admiraron.

Y así, gracias a los hilos invisibles que ─escondidos en sucesivas desgracias─ terminaron forjando su futuro, el designio de su padre se cumplió. Pero no porque se casara con un joven rico (y más: ¡con un príncipe chino!), sino porque Fátima fue feliz muchos años antes de conocerl fatima fue ayudada por muchos elementos enumeralos y explica de que manera participaron en la historia me ayudan por favor

Respuestas

Respuesta dada por: francus63
0

Respuesta:

Y que debo hacer con esto?

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