En un artículo de opinión,
Argumenta, la labor social que realiza la
Iglesia frente a la pobreza, la
discriminación y la violencia.
Respuestas
Respuesta:
Explicación:
La iglesia frente a la pobreza, discriminación y violencia
En los últimos años, especialmente desde que estalló la crisis que estamos viviendo es la pandemia, somos testigos del grave sufrimiento que aflige a muchos en nuestro pueblo motivado por la pobreza, discriminación, violencia y la exclusión social; sufrimiento que ha afectado a las personas, a las familias y a la misma Iglesia. Un sufrimiento que no se debe únicamente a factores económicos, sino que tiene su raíz, también, en factores morales y sociales.
Hoy que estamos muy concentrados en nuestras propias necesidades, ver a alguien sufriendo nos molesta, nos perturba, porque no queremos perder nuestro tiempo por culpa de los problemas ajenos. La emergencia del COVID-19 ha revelado las debilidades de la organización social y la vulnerabilidad de muchas personas, familias que viven en la pobreza, la discriminación y la violencia. Estamos acostumbramos a mirar para el costado, a pasar de lado, a ignorar las situaciones hasta que estas nos golpean directamente. Y nos invita, para hacer frente a los desafíos sociales más importantes, nos propone soñar juntos, promover y anunciar el Evangelio o vivirlo uniendo a todos los hombres para salvar este mundo, darle sentido, para humanizar. Aunque a veces vemos tantos atropellos, tantas injusticias y tantos pobres que son víctimas del abuso de poder de los que detentan el dinero o toman las decisiones en este mundo.
La Iglesia nos invita a todos los cristianos, fieles y comunidades, a mostrarnos solidarios con los necesitados y a perseverar sin desmayo en la tarea ya emprendida de ayudarles y acompañarles. El papa Francisco nos dice siendo un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, la discriminación, la violencia y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina.
La Iglesia católica realiza una gran labor social en el campo de la atención a las personas más desfavorecidas, que sufren la pobreza, la discriminación y la violencia; sin excluir a nadie que necesite ayuda. Las personas con dificultades económicas, los enfermos, quienes luchan por su integración o no consiguen un trabajo, por gracia a Dios todos encuentran abiertas las puertas de la iglesia que trata de ser refugio y consuelo de cada una de las personas a las que atiende.
Respuesta:
LA LABOR SOCIAL DE LA IGLESIA FRENTE A PROBLEMAS SOCIALES
Como bien sabemos, la pobreza, la discriminación y la violencia son algunos de los problemas más comunes en nuestra sociedad, antes de que la Iglesia realizara una labor social para hacer frente a estos problemas, sufrimiento que afectaba a las personas, las familias y la propia Iglesia. . Un sufrimiento que no solo se debe a factores económicos, sino que también tiene sus raíces en factores morales y sociales.
La Iglesia invita a todos los cristianos, fieles y comunidades, a ser solidarios con los necesitados y a perseverar sin perder de vista la tarea ya asumida de ayudarlos y acompañarlos ante la difícil situación que atravesamos y que afecta a tantas personas. En esta época de crisis Las desigualdades sociales se han incrementado, debilitando los cimientos de una sociedad justa. La Iglesia da una respuesta urgente: reparto de primeros auxilios de víveres, ropa, pago de medicinas, alquileres y otros consumos, las comunidades cristianas, los Institutos de Vida Consagrada y otras instituciones, escriben entre nosotros una hermosa página de solidaridad y caridad.
La Iglesia es particularmente sensible a las actitudes discriminatorias: el mensaje que recibe de la Revelación bíblica afirma vigorosamente la dignidad de cada persona creada a imagen de Dios, por lo que la principal contribución de la Iglesia es resaltar y educar el sentido moral y religioso de los fundamentos igual dignidad de los hombres y, correlativamente, denunciando claramente los juicios, conductas e instituciones que la niegan o dificultan, también en la perspectiva de su propia misión y dentro de los límites de su competencia, desde el conjunto de investigaciones e iniciativas emprendidas para identificar y eliminar la discriminación en todos los ámbitos de la existencia humana.
Durante el período de violencia en el Perú, la Iglesia jugó un papel importante en el acompañamiento y protección de los peruanos afectados por la violencia de organizaciones subversivas y fuerzas de seguridad del Estado. En muchas partes del país fue una voz que denunciaba los delitos y violaciones de los derechos humanos y proclamaba y defendía el valor de la vida y la dignidad de la persona. La mayoría de los obispos, sacerdotes y religiosos, así como multitud de laicos, hombres y mujeres, constituían una fuerza moral y una fuente de esperanza.
En conclusión, no podemos dejar de apreciar el generoso esfuerzo que, en medio de estas dificultades, están realizando las instituciones eclesiales que hacen un gran trabajo al servicio de la caridad, la discriminación y la violencia con los niños, los jóvenes, los ancianos, etc. y muchos más. Pudimos comprobar con gran satisfacción el enorme trabajo realizado por voluntarios, gestores y emprendedores en el cuidado de las personas y en la gestión de recursos. Detrás de ellos están las comunidades cristianas, como muchos hombres y mujeres anónimos que responden con su interés y preocupación, con sus oraciones y su contribución de socios y donantes.
Explicación:
ig: leio_c'b