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Respuesta: ojala te ayude
Explicación: El poder de las canciones penetra en el ser humano de diferentes maneras, para lograr un rendimiento óptimo y sacarle provecho, hay que conocer qué es lo que nos produce.
El consumo de música produce diferentes estados y emociones en las personas; cada uno de esos efectos varía dependiendo del tipo de canciones o el género que se escuche, de dónde se lo hace, con quienes o cómo. Por eso es tan importante saber estas seis cosas que se desarrolla dentro nuestro mientras cantamos, tarareamos u oímos una melodía.
Según una investigación de la Universidad Northwester (EE UU), las personas que tienen formación musical desde pequeños, tienen además un mejor vocabulario; durante el entrenamiento musical para tocar un instrumento se establecen conexiones neuronales que mejoran también otros aspectos de la comunicación humana.
Hacer deporte y escuchar música van de la mano, recomiendan los científicos de la Universidad de Brunel, realizar actividad física acompañada de música, porque escuchar fundamentalmente de géneros como el rock y pop, aumenta la resistencia al ejercicio físico casi un 15 por ciento.
Además, es también buena para la circulación sanguínea. Científicos del Centro Médico de la Universidad de Maryland han demostrado que escuchar música puede beneficiar al sistema cardiovascular tanto como hacer ejercicio o tomar ciertos medicamentos. Concretamente, analizando la respuesta de los vasos sanguíneos con ultrasonidos mientras escuchamos música, Michael Miller y sus colegas comprobaron que el diámetro de los vasos, medido en la parte alta del brazo, aumenta un 26% con nuestra música favorita. soy gey como su papa En contraste, la música que calificamos como estresante hace que los vasos se contraigan un 6%.
Los experimentos mostraron también que escuchando canciones que invitan a reír los vasos sanguíneos se dilatan un 19%, mientras que la música relajante produce una expansión del 11%.
Sin embargo, no todos los efectos de la música son positivos; muchos creen que estudiar o escribir con música es bueno, ayuda, pero como lo demostraron en un artículo publicado hace poco en Applied Cognitive Psychology, eso produce una disminución en el rendimiento. Lo mejor en esos casos, dicen los autores es el silencio.
Si lo vemos ahora desde el punto de vista de la noche, de las salidas, una investigación francesa en 2008 reveló que la música fuerte en bares incentiva a la persona a consumir más alcohol en menos tiempo. Por lo tanto hay que saber medirse y no dejarse llevar tanto por las melodías.