• Asignatura: Religión
  • Autor: YumKimil50
  • hace 5 años

¿Cuál es el deber de todo cristiano Católico?
Doy corona a una buena respuesta

Respuestas

Respuesta dada por: fortunatahuanahuepum
8

Respuesta:

El deber del cristiano es predicar la palabra,orar por los demás y lo principal es entregarnos por completo a la voluntad de DIOS.

Explicación:

Respuesta dada por: Brainlier
1

Respuesta:

1. Dos dinámicas se expresan en cada uno de nosotros y colectivamente : la vida espiritual y la actuación para transformar el mundo por la lógica del amor .

2. Vida espiritual significa plegaria, contemplación, meditación de la Palabra y Sacramentos, dirigido todo al seguimiento de Jesucristo.

3. Transformar significa, primero trascender, ir más allá de uno mismo; encontrarse con el otro y darse. El dolor del mundo, del otro, sólo se mitiga en el amor. La política es expresión de la caridad (Juan Pablo II), es decir de la más alta expresión del amor.

4. La cuestión práctica es como transformar este fundamento en aplicaciones políticas cotidianas. Esta transformación se hace a través de la conciencia personal, que se esfuerza en formarse de manera continuada a partir del Magisterio de la Iglesia.

5. El Magisterio nos ayuda en la interpretación de la Palabra. Fuentes básicas del Magisterio son los documentos papales y especialmente las cartas y encíclicas y el Catecismo de la Iglesia, como compilación básica. La Doctrina o Enseñanza Social de la Iglesia es el campo del conocimiento más vinculado a la concepción práctica política.

6. Es fundamental el sentido de pertenencia a la Iglesia . Fidelidad a la Fe, significa en el marco de la Iglesia católica, fidelidad a la Tradición, entendimiento en su sentido estricto - transmitir lo que nos ha sido dado - que necesita del Magisterio, que proviene de la Autoridad, que nace de la primacía de Pedro y la continuidad apostólica. Si alguien no es fiel a estas cuestiones tan inmediatas y de naturaleza humana - en una de sus dimensiones, la histórica - ¿cómo puede pretender ser fiel a Dios? Jesucrist ya lo advirtió (LC16,10-13) que "el hombre infiel en los bienes que valen poco, también lo será en los de más valor".

La fidelidad a la Iglesia no es una simple contingencia humana (un partido, una asociación, unos liderazgos personales), sino apertura y participación en el Misterio. La Iglesia junto con su dimensión humana, y por tanto marcado por el pecado, es también Cuerpo de Cristo y Comunión de Santos.

7. La pertenencia sólo es posible compartiendo la experiencia cristiana . Ésta es la cuestión práctica más importante. Nosotros que no vivimos de una ideología, sino del encuentro con el Cristo resucitado, necesitamos transmitir esta realidad viva y actuando, y eso quiere decir actuar en el espacio público. En consecuencia la acción común de los cristianos en la vida pública, por tanto también la política, forma ya parte de la respuesta, porque la acción en si misma es generadora de sentido.

8. Para ganar sentido de Iglesia el criterio fundamental radica en la mejora de la práctica y la formación personal en el seguimiento de Cristo en el marco de la Iglesia. La fe vivida como un continuo paso hacia el Misterio para redescubrir el primate de la iniciativa de Dios y la escucha creyendo. Éste es el fundamento de toda la respuesta, porque sin él ocurriría aquello que no es. Se produciría el error de transformar el hecho cristiano que es experiencia, encuentro, testigo, encarnación; vida en definitiva, en una ideología.

9. Se hace necesario también rehacer el espacio de encuentro de todas las sensibilidades, de todas las experiencias cristianas compartiendo la fe y la plegaria. Rogamos por la fe, pero sin plegaria la fe no crece. Ésta tiene que ser el Alfa y Omega de toda actuación, de toda estrategia, de todo impulso social organizado. Mejorar la calidad e intensidad de nuestra plegaria personal y colectiva; vivir, razonar, testimoniar la fe de palabra y obra; reconocernos entre nosotros mismos como hermanos y amarnos y ser generosos como tales, sin importar nuestra adscripción eclesial. Ponemos fin a la descalificación de los hermanos en función "de etiquetas" porque no hay nada más alejado del mandamiento de Jesucristo, y también porque es una absurda manifestación de orgullo. La diversidad eclesial es también una gracia que Él nos da en correspondencia con la singularidad de cada ser humano y la consecuente pluralidad social.

10. La pluralidad y la naturaleza laica de la sociedad política y el estado, entendida en el sentido de la aconfesionalidad, son consecuencia de aquello que es inherente a la condición humana y condición de su dignidad: la libertad. Es en nombre de esta libertad que buscamos exponer mejor la buena nueva de Jesucristo y mostrar cómo la vida social, las instituciones con sus leyes, sus prácticas y sus estructuras, pueden verse mejoradas, inspiradas en su ejemplo, transmitidas a lo largo de los tiempos por su Iglesia.

11. Asunción plena y con todas las consecuencias como factores positivos del carácter plural y aconfesional de nuestra sociedad.

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