áreas de aplicación de la teoría clasica​

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Respuesta dada por: agudelogilj
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1este debate fue formulado y organizado por lucas Ospina. agradecemos su colaboración.

¿Por qué leer la historia a partir de la caricatura?

Julio César González (Matador): Porque es más chévere… tiene dibujitos.

Alejandro Martín: “Leer la historia a partir de la ca ricatura” suena a una propuesta muy interesante que no sé si alguien haya realizado, y no estoy seguro en qué pueda consistir. Si se trata simplemente de incluir como fuente del trabajo histórico la caricatura, me pare ce que, como testigo de los tiempos, la caricatura tiene tanto o más que decir que las demás fuentes. Y desde hace bastante tiempo, historiadores ya canónicos como Germán Colmenares le han dedicado su interés. Sobre todo hoy en día, con el énfasis en fuentes distintas, en particular en las imágenes, las caricaturas habrán de co brar más y más interés.

2Pero la pregunta parecería sugerir algo más: ¿se trata ría de imaginar la historia, de Colombia, por ejemplo, a partir de todas las caricaturas que se han publicado?

3¿O de contrarrestar los textos canónicos con las carica turas de los hechos que allí se tratan? ¿O de ilustrar los libros de historia, por ejemplo, para los colegios, exclu sivamente con caricaturas? Es decir, a la hora de inter pretar la historia, dar un valor primordial a la caricatura, tomarla como paradigma de fuente. Por ejemplo, que sean ellas las que nos enseñen a leer, que deberíamos decir, mejor, a “imaginar” un cierto momento histórico.

4¿Esto qué implicaría? Las caricaturas son una fuente histórica con una retórica especial y con una gramática particularmente compleja dentro del reino de las imáge nes. De entrada, después de un buen tiempo y fuera del contexto, resultan difíciles de entender y a la vez invitan al escepticismo, ya que sabemos que nos presentan una visión cargada de la historia, hecha de exageraciones. Pero, a la vez, sabemos que sus autores podían decir algo que muchos otros no se atrevían. En Colombia, se trataría de una historia primordialmente política, ya que ha sido ése el tema principal de los caricaturistas.

Catalina RuizNavarro: Porque la caricatura hace anotaciones constantes sobre la actualidad, sobre todo la política, y como su posición es inmediata, y crítica, construye una historia con las mismas características. La caricatura transmite una impresión de la historia más pegada a la gente que a los academicismos.

Carlos Salazar: La historia suele ser, en su peor face ta, la historia del abuso de los poderosos, por una parte, y la de los que quieren ser poderosos para tener acceso al ejercicio del abuso, por otra. El poder, sin embargo,

5no se puede liberar de las cadenas de la exageración y la hipérbole. De lo heroico y de lo grandilocuente. La gran maldición que lleva el poder sobre sí mismo es que no puede ejecutarse sino dentro de un cierto nivel de vulgaridad, y ésa es la presa preferida de la caricatura, que, finalmente, no es otra cosa que una manera popu lar de ejercer control social sobre el poder y limitar sus abusos. Aunque la noción que tenemos de “caricatura” es la gráfica, la caricatura en poesía y prosa es más anti gua y posiblemente más corrosiva. No hay sino que leer los retratos que hacen Menandro o Plauto de los políti cos, parásitos y escaladores sociales del mundo antiguo. Nada ha cambiado, para desgracia del mundo y para fortuna de la caricatura.

Fernando Uhía: Se puede leer la historia desde cual quier práctica, pero la caricatura es una práctica “al día” de producción determinada por eventos puntuales diarios. En su mayoría los historiadores no trabajan así; más bien buscan un tema general que condimentan con temitas laterales, resultando la historia en una ficción abstracta más cercana a ficciones como el Estado o el Capital. Al ser la caricatura la historia “al día”, devela los acontecimientos antes de que la historia oficial y sus métodos “científicos” los vuelvan abstractos y los alejen de la vida diaria.

¿Qué dice la caricatura que la historia no dice?

Julio César González (Matador): Por lo general la historia la suelen escribir personas muy serias, algunas veces muy perversas… casi no hay humor en los relatos históricos; la caricatura se burla de todo, incluso de la historia como nos la cuentan. Hay humor, que es algo que nos hace más humanos.

Alejandro Martín: En una lectura histórica de las caricaturas colombianas, algo que reviste un interés especial serían todas las repeticiones, los motivos que aparecen y reaparecen. Ya que, como no se reconocen las caras, muchos dibujos separados por años se verán iguales. Quizás resulte más evidente cómo ciertas es tructuras no cambian nunca. Y además nos hacen cons cientes de cómo en las caricaturas, en muchos casos, se trata principalmente de detectar esas estructuras. Son muy interesantes también los tropos de las caricaturas. Esos esquemas que aparecen en las caricaturas de to dos los países, como las cabezas infladas o ciertas

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